Recibir un regalo es un gusto, y más por un motivo especial. Una comida en un restaurante original, una cesta repleta de alimentos artesanos o de comercio justo o un desayuno diferente pueden ser el mejor obsequio en el Día del Padre. La intención no es que el presente tenga un precio elevado, sino un valor simbólico, un toque personal o algún detalle original para convertirlo en una bonita experiencia y, por tanto, en uno de los regalos más recordados. Las siguientes cinco propuestas pretenden sorprender incluso a los padres más escépticos o conservadores.
Cinco regalos deliciosos para papá
1. Un desayuno gourmet
Para este momento especial del día, la presentación del desayuno es tan importante como lo servido. La primera impresión se recibe con los ojos, por lo que se ha de sorprender con una bandeja bien colorida y repleta de alimentos exquisitos y colocados de forma cuidadosa. Si gusta el café, el aroma de café recién hecho ya despierta el interés. Un café arábica de alta gama es una buena elección para tomarlo en un día especial por su exquisito aroma y sabor. Se acompañará de unas hogazas de pan con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas lonchas finas de un delicioso jamón selecto. Un bol de macedonia de fruta fresca recién cortada y un vasito de zumo de naranja recién exprimido regarán el desayuno con vitaminas. El toque dulce lo proporcionará un gustoso y vistoso bizcocho de plátano y chocolate, elaborado para la ocasión en moldes individuales.
2. Una comida étnica
Comer en un restaurante japonés y seguir el ritual típico de degustar y saborear lo crudo; cenar en un restaurante árabe y terminar con una danza del vientre; disfrutar con el perfecto punto picante de una auténtica comida india; o deleitarse con carne de excelente calidad en una parrilla argentina son algunas ideas apetitosas para este día. También se puede probar una comida sencilla (pero exquisita) en un local tibetano; saborear los contundentes platos combinados elaborados con alimentos locales en un restaurante ecuatoriano o colombiano; o catar auténticas recetas de la cocina mediterránea desconocidas en nuestra región y típicas de un restaurante griego o sirio. Hoy es un día especial para darse el placer de disfrutar con nuevos sabores y alimentos.
3. Una cesta con alimentos artesanos y de calidad
Este es un regalo idóneo para el padre que entiende que los alimentos típicos de la región de elaboración artesanal y con sello de denominación de origen son un ejemplo de calidad que hay que promocionar. La situación no es como hace un par de siglos, cuando en cada localidad había diversidad de artesanos de los alimentos (panaderos, confiteros, queseros, charcuteros, maestros chocolateros, entre otros) y sus productos los tomaban sus habitantes. La artesanía alimentaria ofrece al consumidor una amplia gama de productos que tienen en común la buena calidad y unas características que los diferencian del resto, tanto en modo de producción como en la selección de ingredientes. El valor añadido de este obsequio se materializa en el empleo de materias primas de excelente calidad, el no uso o el empleo limitado de aditivos naturales y el saber hacer del artesano, que puede trasladar a cada uno de los productos al ser una producción más acotada. Además, sirve de excusa para preparar una cena con ingredientes locales de la máxima calidad.
4. Productos de comercio justo
La gran variedad de alimentos de comercio justo disponibles permite hacer un regalo del Día del Padre completo, rico, con un profundo fundamento social y de responsabilidad hacia la búsqueda de un mundo mejor. Para el desayuno se pueden adquirir distintos productos, como café, cacao, azúcar y tés cultivados y elaborados por comunidades indígenas de una manera cuidadosa y respetuosa con las personas y con el medio ambiente. Los cereales como el arroz, el cuscús, la quinua, las semillas o los frutos secos son más ejemplos de alimentos procedentes de otros países. Como capricho destacan los chocolates, los dulces o los bombones, entre otras delicatesen, que pueden conformar una cesta repleta de solidaridad y buenos alimentos.
5. Un jamón ibérico
El jamón ibérico de bellota es un alimento delicatesen y, como tal, debe degustarse como un auténtico manjar. El fin de semana puede ser el momento idóneo para saborear unas lonchas finas de ibérico en el desayuno o comerlo como aperitivo de un almuerzo o una cena especial. Juntarse en torno a la mesa para disfrutar del delicioso sabor de un excelente jamón puede ser el mejor presente que se haga o se reciba.
El uso de los alimentos (o de sus extractos activos) como base de tratamientos estéticos, de belleza, no es una novedad. La chocolaterapia y la vinoterapia son, entre todas las propuestas, las más populares. En el Día del Padre, una sesión de vinoterapia puede ser el colofón final original a una jornada de turismo gastronómico-cultural en torno a un tema central como el vino, que incluya visita guiada a una bodega, recorrido cultural por un museo del vino y degustación de una comida tradicional de la zona.