Salsa ligera: ¿qué es realmente este producto?
En el supermercado podemos encontrar dos categorías para este tipo de productos según la legislación: “mayonesa y salsa fina” y “otro tipo de salsa”. La primera es una categoría comercial superior y sigue unos criterios de calidad más estrictos, ya que establece un contenido mínimo en grasa y huevo. El producto que analizamos aquí pertenece a la segunda, “otros tipos de salsas”, porque no cumple las especificaciones para ser una salsa fina: no contiene limón y no tiene el mínimo de grasa requerido (establecido en un 30 %). Es, por tanto, un producto de categoría comercial inferior a las mayonesas.
Ingredientes: esto es lo que no cuenta en letras grandes
- Agua. Es el componente principal porque aparece en primer lugar en la lista de ingredientes, aunque no sabemos su proporción.
- Los sustitutos de la grasa. Tiene una cantidad baja de grasa, solo un 27 % frente al mínimo del 65 % establecido para las mayonesas. La mayor parte, el 25 %, procede del aceite de soja refinada, una grasa de peor calidad que los aceites vírgenes. El 2 % restante tiene su origen en la yema de huevo. Es decir, sí tiene menos grasa que otras mayonesas, pero el fabricante emplea ingredientes de baja calidad que no se encuentran habitualmente en aquellas.
- Hidratos sin interés nutricional. También cuenta con la presencia de dos fuentes de azúcares simples: azúcar y jarabe de glucosa deshidratado. Y dos tipos de almidones: de trigo y modificado de maíz. Estos cuatro ingredientes elevan a 9 g la cantidad de hidratos de carbono sin ningún interés nutricional. Suponen el 13 % del valor energético del producto. En una mayonesa convencional, los ingredientes mayoritarios (huevo y aceites vegetales) no contienen hidratos de carbono, aunque pueden aparecer en pequeñas proporciones (entre 0,1 g y 3 g) procedentes del vinagre y del zumo de limón o, si es una mayonesa industrial, del azúcar añadido.
- Sal. Contiene una cantidad elevada (0,99 g por 100 ml). El Ministerio de Sanidad considera que un alimento tiene “poca sal” si contiene hasta 0,25 g por cada 100 ml, y “mucha sal”, a partir de 1,25 g.
Aspectos no nutricionales que pueden confundir
Imagen: Virginia Martín Fotografía
«0% presión, estrés, complejos«. Este mensaje destacado en grande en el envase es simplemente una idea de marketing relacionada con aspiraciones que quiere evocar. Es decir, llama la atención sobre aspectos no nutricionales, pero que el consumidor puede interpretar como tales: se destaca una cifra en grande (0 %), sobre fondo naranja, para poner al lado, en tipografía más pequeña, a qué se refiere (presión, estrés, complejos), aspectos no nutricionales y no cuantificables. El consumidor, si no se fija bien, puede pensar que ese 0 % hace alusión a algún nutriente como, por ejemplo, materia grasa.
Tiene menos calorías, pero ¿es más saludable?
Esta salsa presume de tener “menos calorías”, pero eso no quiere decir que sea más saludable. En el envase puede leerse “55 % menos de calorías que la mayonesa por la reducción de aceite”. Esta frase, junto al nombre comercial “Ligeresa”, implican una declaración nutricional que es legal porque tiene un valor energético reducido en más del 30 %. La mayonesa original del mismo fabricante contiene 552 kcal por 100 ml.
Las mayonesas que se elaboran con aceites de buena calidad (como el de oliva virgen extra) aportan más kilocalorías, pero son más saludables. No debemos fijarnos tanto en el contenido energético sino en el origen, de dónde vienen esas kilocalorías. Si es de ingredientes saludables y de calidad, el alimento en su conjunto es saludable. Y, al contrario, si obtenemos la energía de alimentos hechos con materias primas de escasa calidad, con baja densidad nutricional (nos aportan pocos nutrientes por cada kilocaloría), serán una elección peor, a pesar de aportar poca energía.
Es fuente de omega 3, ¿y qué?
En el envase destaca que este producto es fuente de omega 3. Puede indicarlo, ya que cumple los requisitos para hacer esta declaración: contiene, al menos, 0,3 g de ácido alfa-linolénico por 100 g y por 100 kcal. Este producto aporta 1,4 g por cada 100 ml y en 277 kcal gracias al aceite de soja, por lo que es legal. Pero que tenga omega 3 no lo convierte en un producto saludable. Una ración de 15 ml de “Ligeresa” contiene la misma cantidad de este compuesto que los siguientes alimentos que sí son recomendables:
- 3 g de nueces (poco más de media nuez).
- 1 g de semillas de lino (deben consumirse machacadas).
- 25 ml de aceite de oliva (2,5 cucharadas soperas).
Puntuación Nutri-Score y conclusiones
Imagen: Eroski Consumer Está penalizado por su contenido en energía, grasas saturadas y sal. Aunque Nutri-Score valora positivamente la presencia de algunos aceites vegetales (colza, oliva y nuez), el producto lleva aceite de soja, por lo que no se beneficia en la calificación. El etiquetado no declara la cantidad de fibra, por lo que no puede valorarse su posible contribución positiva. No obstante, es poco probable que la nota se viese modificada ya que ninguno de los ingredientes de este alimento aportan fibra en cantidad significativa.
En suma, es un producto alternativo a la mayonesa elaborado con ingredientes de baja calidad. A pesar de su reducido contenido energético, la cantidad de kilocalorías no puede ser el único factor determinante a la hora de hacer elecciones alimentarias: la calidad de las materias primas y la densidad nutricional (cantidad de nutrientes que obtenemos por cada kilocaloría) también deben valorarse. Una mayonesa elaborada con aceite de oliva virgen es una opción más saludable.
