Imagen: Edinburgh Blog
La salsa tártara deriva de la mayonesa, aunque también se puede considerar como una salsa procedente de la vinagreta. Pero se caracteriza sobre todo porque está formada por un curioso componente: las yemas cocidas que se utilizan. Se trata de una forma de elaboración, a partir de las yemas cocidas, que ha ido evolucionando con el tiempo y ha pasado de añadir unos encurtidos, como el cebollino original, a los pepinillos en vinagre cortados en trozos pequeñitos, alcaparras, cebolletas, olivas y, en ocasiones, rábano.
Composición variada
La salsa tártara debe mantenerse al menos dos horas en el frigorífico antes de servirLa composición de esta salsa, que debe estar bien fría antes de servir, son yemas de huevo cocidas, una parte de aceite de oliva y otra de aceite de girasol, vinagre, encurtidos (pepinillos, aceitunas o cebolletas, entre otros), cebollino y sal. Esta preparación admite distintas variaciones. Por ejemplo, se puede utilizar cualquier tipo de aceite (de semillas, almendras y, por supuesto, de girasol y de oliva), incluso pueden mezclarse.
También puede modificarse el tipo de ácido sustituyendo el vinagre por zumo de limón. Otra de las opciones que tenemos para dar nuestro toque personal a esta salsa es aligerarla, una vez ligada y si ha quedado un poco espesa, con un poco de caldo de pescado o de marisco con un zumo de frutas o un licuado de alguna hortaliza. De esta manera se consiguen diferentes colores, por ejemplo, con un licuado de remolacha, de zanahoria o de unas hojas de espinacas.
Con las medidas justas
Las proporciones que debemos agregar para elaborar la salsa tártara son cuatro yemas por cada litro de aceite. Otras cantidades para ingredientes como el vinagre y la sal dependen del gusto de cada uno. El último paso es añadir el picadito de encurtidos (alcaparras, aceitunas, pepinillos…) y un toque final de cebollino troceado. Aunque, si tenemos prisa, podemos utilizar una salsa mayonesa y agregarle el picadito de encurtidos. Este tipo de preparación queda un poco más fina de textura y es una solución más rápida.
Las posibilidades de elaboración de la salsa tártara son dos:
- Batir a mano con la ayuda de una varilla.
- Usar la batidora eléctrica.
En el caso de la elaboración manual, el primer paso es poner las yemas cocidas en el bol, añadir un poco de vinagre y sal y batir bien. Cuando vaya cogiendo cuerpo se añade el aceite con un chorro muy fino para que se vaya produciendo la emulsión. Una vez elaborada, la mezclamos con los encurtidos, la tapamos y la guardamos.
Para hacer la mayonesa mecánicamente se echan en un recipiente estrecho las yemas de huevo cocidas, el vinagre y el aceite. Al mover la batidora, primero batimos las yemas y vamos subiendo el brazo poco a poco hasta que emulsione la mezcla. Terminamos con los encurtidos troceados y poniendo a punto de sal.
En ambos casos el consumo debe ser inmediato. En caso de querer conservarla debemos hacerlo en un recipiente bien tapado en el frigorífico para consumir ese mismo día.