Cómo hacer verduras al horno para que queden bien

Con la llegada de los días fríos apetece encender el horno para cocinar. En esta época, las estrellas gastronómicas son los tubérculos, como patatas, boniatos o nabos. Y, desde luego, hay otros vegetales de temporada que quedan muy gustosos asados. La calabaza, la remolacha y las zanahorias potencian su sabor a la vez que dan un aroma casero muy apetecible en la cocina.

Además de los vegetales típicos de otoño e invierno, podemos utilizar muchos otros. Los clásicos son las cebollas, los pimientos rojos y verdes, los ajos y las berenjenas (es decir, la base de la famosa escalivada), aunque también hay recetas con otras verduras que sorprenderán con su potencia de sabor y su ligero toque dulzón (por la caramelización lenta de sus jugos).

Los calabacines quedan fenomenales en el horno, y más si se acompañan de unas setas. Basta añadirles un poquito de aceite de oliva y sal para que adquieran un sabor inigualable.

También hay recetas en las que no toda la cocción de las verduras se realiza en el horno, pero sí se les da un último toque a modo de gratinado. En este grupo se encuentran verduras como coliflor o brócoli gratinados, patatas con queso, coles de Bruselas…

Es importante tener en cuenta si vamos a cocinar las verduras solas o en compañía de otras.

Cocinar solo un tipo de vegetales es lo más sencillo: solo habrá que limpiarlos, darles un corte homogéneo para que el cocinado sea uniforme, aromatizar ligeramente e ir controlando de vez en cuando cómo va el punto de cocción.

Para cocinar varias verdura a la vez en el mismo recipiente se deben tener presentes las diferentes texturas y durezas, ya que no tarda lo mismo el asado de una zanahoria que el de un pimiento. Así que habrá que adaptar los cortes y los tiempos para agregar cada verdura en el momento apropiado.

💡 Por lo general, para poder cocinar todas las verduras a la vez, se deben cortar más finas las verduras y hortalizas duras (como cebolla, zanahoria y patata). En cambio, las más blandas (como calabacín y pimientos) y las setas tienen un corte un poco más grueso. De esta manera se pueden igualar los tiempos de asado.

• Limpia y deslava la berenjena, la cebolla, el pimiento rojo, el pimiento verde, más un tomate y cuatro dientes de ajo.
• Asa todas las verduras enteras y juntas en el horno a 160 ºC durante casi 2 horas, con un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva.
• Una vez asadas, se pelan y se trocean, sin olvidar que a las berenjenas y los pimientos se les deben quitar las pepitas.
• Coloca todas las verduras en tiras y mezcladas en una fuente con los jugos que han sacado en el asado.
• Aliña con sal, aceite de oliva y el vinagre de vino al gusto. Se puede servir templada o fría.

• Lava de manera concienzuda la piel de los boniatos, raspando para quitar la tierra que por lo general tienen en la superficie. También hay que lavar la piel de las patatas.
• Envuelve los boniatos y las patatas, de uno en uno, con papel de aluminio.
• Colócalos en la bandeja de horno e introdúcelos en el horno precalentado a 150 ºC durante 60 minutos. La cocción lenta produce que el sabor sea más dulce y suave.

• Coloca en una bandeja de horno la calabaza pelada, sin pepitas y troceada en láminas de dos centímetros de grosor.
• Úntala con aceite de oliva, ponle una pizca de sal y ásala a 200 ºC durante 20 minutos.
• Después, coloca las porciones de calabaza asada en cada plato y pon sobre cada rodaja unas hojas de rúcula previamente lavadas. Agrega queso cortado en láminas finas.
• En el momento de servir, aliña la ensalada con una vinagreta balsámica elaborada con aceite de oliva, vinagre de Módena y unos trocitos de pistachos tostados, pelados y troceados.

• Lava muy bien la calabaza, córtala a lo largo, quítale las semillas y vacía la parte que tiene pulpa. Reserva la piel de la calabaza.
• En una sartén, rehoga una cebolla junto con un diente de ajo troceado en brunoise (cuadraditos muy pequeños).
• Cuando el sofrito esté casi hecho, añade a la sartén la carne de calabaza troceada y un par de boles de setas limpias y troceadas junto con una pizca de jengibre rallado.
• Saltea todo y, una vez que estén las verduras cocinadas, pon a punto de sal.
• Rellena con esta mezcla la calabaza hueca. Espolvorea un poco de queso mozzarella por encima y gratina todo durante 15 minutos a horno medio y con grill. Es importante colocar la bandeja en la parte más baja del horno para que se cocine también la cáscara de la calabaza.
• Presenta la calabaza en la mesa en una bandeja, tal cual. Sirve las porciones desde la misma calabaza como si fuese una sopera.