El trinchado de la carne la suele hacer el anfitrión para agasajar a los comensales, aunque es una operación dificultosa que requiere conocimiento y precisión. Es importante que quien se vaya a encargar de trinchar la carne conozca la pieza para obtener un buen rendimiento y un buen corte que la haga apetitosa en el plato.
Consejos clave
– Tipo de corte. La forma más corriente es trinchar perpendicularmente al sentido de las fibras musculares, teniendo en cuenta que si la fibra es corta, es más fácil de masticar.
– Manera de trinchar. Al trinchar hay que procurar no hundir el tenedor trinchante. Además de que hace feo, se escapan los jugos, y la carne no resulta tan tierna.
– El grosor del corte. El grosor del corte dependerá del gusto de los comensales. Las lonchas finas hacen que la carne sea más tierna. Si la carne está poca hecha, las lonchas más gruesas estarán más tiernas. Además si la carne está poco hecha, las lonchas finas son más difíciles de hacer. Como excepción está el «roast-beef»; ya que si está frío, aunque esté poco hecho, se puede cortar en lonchas finas.
– El punto de cocción. La forma más usual para conocer el punto de cocción es palpando con el dedo la parte central. Si ofrece resistencia es que está hecha. Otro método es comprobar la temperatura interna; si alcanza los 60ºC, la carne está poco hecha; si está a 70ºC, la carne ya está hecha, y si está a más de 75ºC, probablemente la carne esté muy hecha.
– El reposo. Antes de servir la carne, la pieza debe reposar unos 10-15 minutos para que asiente los jugos.
El material necesario
Para trinchar un asado no pueden faltar los siguientes elementos: un cuchillo afilado (se puede usar un cuchillo eléctrico), un tenedor trinchante, un afilador, y unas tablas de corte con pinchos incorporados para fijar el asado. Y con todos estos utensilios ya solo falta la destreza de quien se va a encargar de trinchar la carne.