Las remolachas rojas están disponibles en el mercado durante todo el año, ya que durante el invierno se producen en las regiones del norte, centro y levante, mientras que en primavera y verano su producción se centra en la zona de Andalucía.
Se trata de una raíz casi esférica de forma globosa, originaria del norte de África, si bien en la actualidad su consumo está muy difundido por todos los países de clima templado. A la hora de la compra se recomienda escoger los ejemplares que presenten una consistencia firme al tacto, sin manchas ni magulladuras y de color rojo intenso. Otra forma de comprobar su frescura cuando se presentan en manojos es observar las hojas, si estas son verdes significa que la raíz es joven y fresca. Desde el punto de vista nutricional, la remolacha es un alimento de moderado contenido calórico, ya que tras el agua, los hidratos de carbono son el componente más abundante. Destaca además su aporte de fibra, vitaminas (ácido fólico y otras vitaminas del grupo B), minerales (yodo, potasio, magnesio….) y de sustancias de acción antioxidante que protegen nuestra salud y le confieren su color rojo a morado característico (colorantes o pigmentos naturales denominados antocianidinas). Puede consumirse cruda, hervida o en conserva, sobre todo formando parte de variedad de ensaladas, si bien también se consume sola, junto con ajos o cebolla y aliñada con un poco de aceite y sal.