Algunas personas toman la decisión de sustituir la leche entera por leche desnatada con el fin de rebajar el consumo de grasa y poco a poco ir bajando de peso. Otras en cambio lo hacen por cuestión de gustos, ya que la leche entera les resulta demasiado fuerte. Por salud, por gusto o por ambas, es preciso analizar todos los alimentos y bebidas que forman parte de la dieta habitual para comprobar si tomar siempre leche desnatada es o no la mejor alternativa.
¿En qué difiere una leche de otra?
La leche desnatada aporta la misma cantidad de proteínas, azúcares -en forma de lactosa- y calcio que la leche entera. Además de estos nutrientes, la cantidad de agua que contiene la leche desnatada es muy similar a la de la leche entera por lo que es incorrecto afirmar que la «la leche desnatada es todo agua». Pero es cierto que al carecer de grasa, el sabor que aporta la leche desnatada difiere de entera.
La leche desnatada no contiene apenas grasa, y están enriquecidas en las vitaminas que se eliminan
La diferencia entre ambas radica en que la leche desnatada no contiene apenas grasa y por lo tanto las calorías que aporta son inferiores -tal y como se puede comprobar en el cuadro comparativo inferior-. Al eliminar la grasa, también se desechan las vitaminas liposolubles A, D y E. No obstante, prácticamente todas las leches parcial o totalmente desnatadas que se comercializan hoy en día ya vienen enriquecidas en dichas vitaminas.
¿Cuántos vasos de leche entera bebo cada día?
Si se beben sólo dos vasos de leche en una jornada, la diferencia de ingesta de grasa apenas será perceptible
Si lo que se desea es reducir la grasa de la dieta, la primera cuestión es analizar el tipo y la cantidad de leche que se toma a diario. Cuando el consumo de leche entera es de 3 ó 4 vasos diarios, la reducción de grasa y de calorías que se produce al sustituirla por leche desnatada es bastante notable. En cambio, si se toman 1 ó 2 vasos diarios de leche entera o semidesnatada, el cambio a leche desnatada no va a ser muy relevante ya que la reducción de grasa va a ser mínima.
Diferencia de grasa entre la leche entera y la desnatada
Leche entera
– 1 vaso– | Leche desnatada – 1 vaso- | Leche entera
– 4 vasos– | Leche desnatada
– 4 vasos– | |
Calorías Grasa (g) | 126 7,2 | 72 0,4 | 504 28,8 | 288 1,6 |
Valorar la alimentación en su conjunto
Cuando se abusa de dulces, bollería, embutidos o carnes grasas de nada sirve tomar leche desnatada
Antes de sustituir la leche entera por desnatada conviene reflexionar sobre los alimentos que se toman a diario. Cuando se abusa de dulces, bollería, embutidos o carnes grasas de nada sirve tomar leche desnatada ya que es mucho mayor la grasa que aportan esos alimentos en comparación con lo que se reduce al cambiar una leche por otra. Algunos de ellos aportan no solo calorías sino muchas grasas y azúcares simples que son más abundantes que los de la propia leche entera. Por ello es preciso valorar la cantidad de grasas que se ingieren cada día:
– Ingesta excesiva de grasa: Puede ocurrir que en la dieta de una persona haya un exceso de grasa y en este caso lo más conveniente será corregir los hábitos alimentarios menos saludables antes de sustituir la leche entera por la versión desnatada. De este modo se irá reduciendo de forma gradual el contenido en grasa de la dieta, adquiriendo al mismo tiempo hábitos alimentarios correctos.
– Ingesta adecuada de grasa: Cuando la cantidad de grasa que se toma es la adecuada no es necesario cambiar el consumo de leche entera por desnatada, siempre y cuando no haya una indicación por parte de un profesional. Por ejemplo en caso de que exista riesgo cardiovascular y haya que reducir la ingesta de grasa saturada se podrá recomendar leche desnatada.
Cuando una persona decide tomar leche desnatada es habitual que este cambio afecte a toda la familia. Antes de hacerlo hay que tener en cuenta las necesidades de todos sus miembros, más aun si hay niños pequeños. La primera pregunta que tenemos que responder es¿se recomienda a los niños y niñas beber leche desnatada?. Nunca antes de los 4 años y tan sólo se indicará su empleo, en caso de que exista riesgo cardiovascular o de obesidad y siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud y de la nutrición.
Por lo tanto, si es preciso habrá que comprar en el supermercado dos tipos de leche para alimentar a toda la familia.