Siete alimentos imprescindibles

Aguacate, arándanos, alubias, nueces, salmón, espinacas y repollo son siete alimentos clave para conseguir un equilibrio nutricional
Por Natàlia Gimferrer Morató 3 de febrero de 2012
Img arandanos
Imagen: Lisa Norwood

Los vegetales, verduras, hortalizas y frutas son buenos alimentos para conseguir un equilibrio en el organismo; embutidos, grasas animales o bollería, en cambio, no tienen los mismos efectos. Ya no se trata solo de alcanzar un peso saludable. Con una adecuada alimentación, el engranaje del organismo funciona a la perfección, aumenta el bienestar, las defensas, elimina el exceso de grasa, mejora la circulación, la respiración y la digestión. En definitiva, se consigue un perfecto equilibrio. Aguacate, arándanos, alubias, nueces, salmón, espinacas y repollo son siete alimentos clave para conseguir un efecto beneficioso para el organismo y alcanzar un adecuado equilibrio nutricional.

Hace mucho tiempo que se estudian los efectos de los alimentos y se busca cómo lograr la combinación perfecta para mejorar la salud. Se han elaborado muchas teorías y estudios y, aunque el avance general ha sido excelente, parece que la receta mágica es el consumo de alimentos naturales, poco procesados. El último estudio en este campo llega desde Estados Unidos, de la mano Frank Lipman, colaborador de The Huffington Post, periódico online estadounidense. El experto en nutrición y salud propone siete alimentos como fuente de este equilibrio en el organismo. Según el experto, estos alimentos proporcionan la energía necesaria, la calidad nutricional requerida, un mínimo aporte calórico, poca cantidad de azúcar y de sal, gran aporte de fibra soluble y de nutrientes. Todo ello produce un efecto beneficioso para el organismo y logra alcanzar su óptimo equilibrio.

Aguacate, arándanos y alubias

Aunque su aporte calórico es elevado, el aguacate es rico en grasas monoinsaturadas, las buenas, como las que posee el aceite de oliva. No hace falta consumir todo un aguacate entero en una comida, basta con añadir trozos en ensaladas, batidos o salsas. En su composición, posee también potasio, magnesio, luteína y vitamina E. Un consumo habitual ayuda a prevenir determinadas patologías como el cáncer, enfermedades cardíacas y enfermedades oculares degenerativas. Constituye un sustituto natural de las proteínas como las contenidas en la carne, huevos, queso o aves de corral. Sus proteínas son, por tanto, de alta calidad que, además, se digieren con facilidad.

El aguacate constituye un sustituto natural de las proteínas como las que contiene la carne

Los arándanos, considerados los frutos milagrosos por varios expertos, poseen una excelente función antibacteriana, su consumo es muy eficaz en las infecciones de las vías urinarias. Son de bajo valor calórico por su escaso aporte de hidratos de carbono, ricos en vitamina C, fibra, potasio, hierro, calcio y taninos. Sin embargo, lo que destaca en este alimento es su abundancia de pigmentos naturales, antocianos y carotenoides, de gran acción antioxidante.

Las alubias son las semillas comestibles de la judía, un excelente y completo alimento con importantes propiedades beneficiosas para el organismo. Es responsable de elevar los niveles de leptina, una hormona que disminuye el apetito, es rico en vitaminas del grupo B, de calcio, potasio y ácido fólico. Es un buen alimento para el correcto funcionamiento del cerebro, las células y la piel. Además, ayuda a reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La Sociedad de Nutrición estadounidense recomienda un consumo de este alimento de tres veces por semana.

Nueces, salmón, espinacas y repollo

Las nueces tienen un parecido al cerebro humano. Desde hace siglos, se consideraban como el alimento de los dioses. Son ricas en fósforo, ácido alfa linoleico, omega 3 y su consumo se asocia a la buena memoria. Son buenas para el corazón y reducen los niveles de colesterol. Sin embargo, no se debe olvidar que su aporte calórico es elevado y deben consumirse con moderación.

El salmón, por su parte, es un tipo de pescado azul, se relaciona con la protección frente a las enfermedades cardiovasculares y la demencia. Es un alimento rico en grasas omega 3 y ayudan a elevar el colesterol «bueno», favorecen el equilibrio entre el colesterol bueno y el malo. Disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos plasmáticos y, además, aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación de coágulos o trombos. Prevalecen las vitaminas del grupo B cuya función es el aprovechamiento de los nutrientes energéticos.

Las espinacas son una importante fuente de vitaminas, antioxidantes y fitonutrientes, destaca la vitamina A, B2, C, K y E y son un alimento rico en proteínas, fibra, ácidos grasos omega 3. Su consumo beneficia el buen estado de la piel, cabello, mucosas y huesos y favorece la absorción del hierro de los alimentos. Aumenta la resistencia frente a las infecciones, favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico, interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad y colabora en la producción de glóbulos rojos y blancos, entre otros.

El repollo es un excelente depurador del organismo y ayuda a desintoxicarlo ya que posee una elevada concentración de calcio y fibra. Ayuda al tránsito intestinal y previene la hipertensión. Es un alimento muy nutritivo ya que es rico en vitaminas y minerales y tiene un elevado contenido en agua, lo que supone un bajo aporte calórico. Es rico en potasio y contiene cantidades apreciables de magnesio. Es rico en vitamina C, E y betacarotenos, con todos los beneficios que esto conlleva.

YOGUR Y GRANOS ENTEROS

Además de estos siete alimentos, algunos expertos añaden a la lista el yogur y los granos enteros. El primero refuerza el sistema intestinal debido a su elevado contenido en bacterias beneficiosas que mantienen la flora bacteriana del colon y mejora la respuesta inmunológica del organismo. Es un alimento rico en proteínas de alta calidad, es fuente de calcio y vitamina D. Es un alimento muy completo sobre todo para el sistema osteo-muscular.

Los granos enteros, trigo, maíz, centeno o avena destacan por su aporte de fibra, vitamina E, cinc, magnesio y vitamina B6, disminuyen los riesgos de contraer enfermedades cardíacas y pueden reducir el riesgo de varias enfermedades crónicas, como la diabetes y diferentes tipos de cáncer. Sin embargo, cuando se refinan, que es como se suelen consumir, se elimina el salvado y el germen, y queda un grano con elevadas cantidades carbohidratos almidonados reduciendo la cantidad de vitaminas y minerales.

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