Pocas cosas son tan navideñas como el turrón, un dulce típico de nuestro país y de estas fechas. En la actualidad, hay una gran variedad de turrones, tanto en sabores y texturas, como en tamaños, presentación e ingredientes. Tanta diversidad plantea dudas al elegir las mejores opciones. Pero, una vez decantados por unos turrones u otros, ¿se sabe cómo conservarlos y servirlos para sacarles el máximo partido? El siguiente artículo aporta siete consejos prácticos para mantener la textura y el sabor de los turrones, acertar con la selección y potenciar sus cualidades.
Mantener la textura y el sabor de los turrones: siete consejos
- 👉 El turrón se puede ofrecer a media tarde (con el café o la merienda), como parte de una degustación de dulces varios o al final de la comida o de la cena. Es un producto muy calórico y dulzón, por lo que conviene servirlo en pequeñas porciones (de 30 gramos cada una). Para ello, se pueden trocear varios tipos de turrones y combinarlos como si fuesen un surtido de bombones.
- 👉 Ante la gran variedad de opciones, si se quiere acertar con la selección realizada, lo mejor es tener en cuenta la comida o cena que se servirá antes. Si se ha preparado algún postre de chocolate para el final de la comida, será mejor decantarse por turrones que no lleven chocolate y, de ese modo, complementar la oferta de dulces. Si, en cambio, el postre es más ligero -a base de frutas o sorbetes de limón-, entonces se puede ofrecer una buena batería de turrones variados, sin olvidar los de chocolate.
- 👉 Para trocear el turrón es importante utilizar una tabla de cocina como base y un cuchillo bien afilado. De ese modo, se obtendrán cortes limpios y precisos. La forma clásica de corte es rectangular y alargada para que la porción pueda comerse en dos bocados.
- 👉 El plato o la bandeja que se elija para llevar los turrones a la mesa ayudarán a vestir su presentación. Una buena opción es servir los trozos en una bandeja metálica con una blonda de papel, aunque es importante que el papel esté algo parafinado para evitar que el turrón se pegue a él si se reblandece un poco con la temperatura ambiente.
- 👉 La temperatura de servicio es, de hecho, un factor clave para conservar la textura y el sabor del turrón. En general, se recomienda ofrecer este dulce a temperatura ambiente, pero esta medida puede resultar un tanto ambigua en invierno, cuando las calefacciones y las reuniones numerosas consiguen alterar los termómetros. Lo idóneo es servirlo a 15 ºC: así se mantendrá en su punto y aportará un agradable toque de frescor al comerlo.
- 👉 El mejor modo de controlar la temperatura de los turrones es conservarlos en la nevera y sacarlos un poco antes de llevarlos a la mesa. Si se quiere ahorrar tiempo y ser prácticos, se pueden colocar al frío ya cortados y listos para servir. Eso sí, es muy importante taparlos bien y asegurarse de que no estén en contacto con el aire del frigorífico; de otro modo, los frutos secos de los turrones se reblandecerán.
- 👉La bebida perfecta para acompañar los dulces debe ser un poco astringente y tener un toque ácido para equilibrar el dulzor de este postre. Un cava -en cualquiera de sus variedades-, una tónica o un combinado de ginebra con limón o tónica suponen un buen maridaje con los turrones. Si se sirven con té o café, es preferible no añadir azúcar a la bebida.