Pese a que el desayuno es la comida más importante del día, solo un 15% de la población infantil con edades comprendidas entre los 5 y los 15 años toma a diario un desayuno completo y equilibrado, tal y como revela la última Encuesta Nacional de Salud realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Expertos en nutrición recuerdan que el desayuno es la comida más importante del día y que debe de incluir tanto lácteos como cereales y zumos o piezas de fruta fresca.
Los lácteos aportan al organismo de los niños proteínas, vitaminas y minerales, entre ellos el calcio, fundamental para el desarrollo óseo de los más pequeños. Los cereales les proporcionan hidratos de carbono para afrontar el día con energía, y la fruta, vitaminas, minerales y fibra vegetal.
Un desayuno completo es el primer paso para que los niños adopten pautas de alimentación correctas y equilibradas. Lo adecuado es que la primera comida del día proporcione el 25% del total de calorías diarias que necesita el organismo, con lo que se suple la carencia nutritiva del periodo nocturno y se repone energía para afrontar el resto del día.
Con el comienzo del curso escolar la necesidad de llevar a cabo un desayuno equilibrado todavía cobra más fuerza, ya que los niños realizan más esfuerzos físicos y mentales. Tanto los padres como los profesores deben inculcar a los más pequeños correctos hábitos alimenticios que les ayuden a mejorar su rendimiento escolar y que contribuyan a largo plazo a la formación de una sociedad con una adecuada cultura alimentaria.