El 95% de los europeos sabe que la obesidad puede poner en riesgo la salud, aunque quizás no todas las personas son conscientes de que ello también se aplica al sobrepeso, según apuntan los estudios disponibles. Es importante recordar que el citado riesgo depende de factores como el sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo o la alimentación (si es saludable, el riesgo disminuye). En cualquier caso, ¿conocemos cómo se define el exceso de peso? ¿Sabemos qué es sobrepeso y qué es obesidad? ¿En qué momento debemos pensar, al mirar la báscula o el espejo, que la situación es preocupante? ¿Conocemos el riesgo que tiene “marcar barriguita“? De estas cuestiones trata el siguiente artículo, que ha tenido en cuenta las recomendaciones de la SEEN y de la SEEDO.
El IMC y el perímetro de la cintura: dos herramientas «de peso»
Tanto el llamado «Índice de Masa Corporal» (IMC) como el perímetro de la cintura son instrumentos muy simples para valorar nuestro peso. Prestigiosos estamentos sanitarios como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Scottish Intercollegiate Guidelines Network, la American Heart Association o el U.S. Preventive Services Task Force los recomiendan en la actualidad.
El perímetro de la cintura se mide sin comprimir la piel y mientras respiramos de forma normal
El cálculo preciso para averiguar el IMC es el siguiente: se dividen los kilos que pesamos entre nuestra altura, expresada en metros y elevada al cuadrado (es decir, multiplicada por sí misma). La SEEDO ofrece una herramienta on line para efectuar el cálculo. Este no es válido para personas con una altura inferior a 1,47 metros o superior a 1,98 m, para menores de 18 años o para atletas de élite (que tienen mucha masa muscular).
En cuanto al perímetro de la cintura, mediremos nuestro abdomen con la cinta métrica paralela al suelo y a la altura de nuestras crestas ilíacas. La cinta debe estar ajustada, pero no comprimir la piel, y la medición se llevará a cabo mientras respiramos de forma normal (sin forzar la inspiración o la espiración), tal y como se detalla en este esquema.
Aspectos que se deben tener en cuenta tras valorar el IMC y el perímetro de la cintura
Si el perímetro de la cintura es superior a 88 cm (mujeres) o 102 cm (varones), además de prestar especial atención a la alimentación y a los hábitos de ejercicio, se debe acudir sin falta al médico para que realice un chequeo, ya que esto aumenta de forma notable el riesgo cardiovascular.
Peso normal. Si el IMC (que se expresa en kilogramos por metros cuadrados) es inferior a 25 kg/m2, nuestro peso es normal. No debemos pasar por alto que el «normopeso» se enmarca entre 18,5 kg/m2 y 25 kg/m2, lo cual significa que una persona puede tener un peso normal en un rango que oscila entre más de 15 kilos. En personas con peso normal, pese a que no está indicado perder peso, es primordial seguir una dieta sana y realizar ejercicio a diario, sobre todo si se está cerca del límite superior (IMC de 25) o se cumple alguno de los siguientes seis puntos:
- Se ha padecido exceso de peso con anterioridad.
- Se es hijo de padres con obesidad.
- Se ha aumentado más de cinco kilos en el último año.
- Se es muy sedentario.
- El perímetro de la cintura es superior a 102 cm (varones) o a 88 cm (mujeres).
- Se padece diabetes, elevación de los lípidos sanguíneos (como hipercolesterolemia) o hipertensión arterial.
Sobrepeso. Si nuestro IMC es igual o superior a 25 kg/m2, pero menor de 30 kg/m2, padecemos «sobrepeso». Es necesario solicitar una visita médica para evaluar el estado de salud. Un estudio reciente ha observado que las personas con sobrepeso tienen menos riesgo de mortalidad que quienes tienen normopeso. Los autores barajan diversas explicaciones que justifiquen esta paradoja. La más plausible es una mayor atención médica en las personas con sobrepeso, en relación a la recibida por quienes tienen un peso normal. En cualquier caso, la pérdida de peso (que debe oscilar entre un 5% y un 10% del peso actual) solo está indicada si se cumple alguno de los seis puntos anteriores, pero es algo que debe estimar un dietista-nutricionista.
Obesidad. Si el IMC es igual o superior a 30 kg/m2, padecemos «obesidad» y, además de ser trascendental adoptar un estilo de vida saludable, la visita médica es obligada. El médico deberá estimar si el exceso de peso ha causado alguna alteración metabólica. Si fuese así, querrá reducir cualquier riesgo y tratará las enfermedades o las prevendrá. Es recomendable perder peso, pero jamás mediante una «dieta milagro«, sino mediante el asesoramiento de especialistas, que deberán tener en cuenta las últimas recomendaciones de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD). No se debe descartar la posibilidad de acudir a un psicoterapeuta. El éxito del tratamiento consiste en modificar la conducta alimentaria y eso puede ser algo complejo, ya que se mezclan múltiples aspectos psicológicos.
Siempre es recomendable recordar que la mejor arma para abordar el exceso de peso se llama «prevención» y se sustenta en dos grandes pilares: ejercicio y dieta sana. La Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad aconseja realizar entre 45 y 90 minutos de actividad física diaria de intensidad moderada para prevenir la ganancia de peso.
Además de los citados, la bioimpedancia es otro instrumento para valorar el exceso de peso, pero carece de la fiabilidad que tiene el cálculo del IMC y el perímetro de la cintura. Una de las guías de referencia en relación al peso corporal, denominada ‘Management of Obesity. A national clinical guideline’, no halló estudios que compararan la bioimpedancia con el IMC o la circunferencia de la cintura para predecir la grasa corporal en los adultos. La American Heart Association también considera al IMC y al perímetro de la circunferencia de la cintura las herramientas más recomendables para medir la adiposidad en adultos.