Los suplementos para el bronceado, ¿funcionan?
Los suplementos y pastillas bronceadoras contienen betacarotenos, unos pigmentos precursores de la vitamina A que se depositan en la epidermis, especialmente en zonas en las que se produce sudor (como las palmas de las manos y los pies), y tiñen la piel desde dentro. No tienen efectos adversos y el resultado se asemeja al bronceado, pero el tono es más anaranjado. Los betacarotenos pueden reducir ligeramente el riesgo de quemaduras solares, pero este efecto es muy pequeño, solo aparece en pieles muy sensibles y no disminuye las posibilidades de padecer cáncer de piel.
En algunos casos, estas píldoras contienen L-tirosina, un aminoácido esencial necesario para la producción de melanina (el pigmento que da el color moreno), pero no es eficaz para facilitar el bronceado. También suelen incorporar antioxidantes, que ayudan a combatir las consecuencias de la radiación solar, pero en ningún caso sirven como sustitutos de los protectores solares.
Cualquier efecto que se le atribuye a los betacarotenos se consigue integrando en la dieta alimentos ricos en estos compuestos, como zanahoria, tomate, brócoli o calabaza, sin necesidad de suplementos.
¿Se puede volver a congelar el pan precocido?
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El pan precocido es un producto al que se ha interrumpido la cocción antes de terminar. Se conserva congelado o envasado en atmósferas modificadas y el consumidor o el comercio realizan un breve horneado final. Puede congelarse otra vez sin que ello ponga en peligro nuestra salud, pero su sabor y textura pueden deteriorarse.
¿Por qué no se puede dar remolacha a un bebé?
La remolacha y otras verduras, como las espinacas, las acelgas, la col y las borrajas, contienen nitratos de forma natural. Estos compuestos no son tóxicos, pero se transforman en nitritos, que sí pueden provocar efectos adversos, especialmente en niños muy pequeños. Si hay nitritos, la hemoglobina de los bebés puede transformarse con facilidad en metamioglobina, que transporta el oxígeno en la sangre, pero no puede liberarlo en los tejidos. Esto provoca dificultades para respirar, fatiga y un característico color azul.
Para reducir el riesgo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda no dar remolacha, espinacas y col a niños menores de 12 meses. La borraja no debe introducirse antes de los tres años. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) amplía la restricción a las acelgas y recomienda dar como máximo 45 gramos de espinacas o acelgas al día a niños entre uno y tres años. Se deben evitar totalmente si el pequeño tiene una infección gastrointestinal.
¿Se evapora el alcohol cuando lo usamos para cocinar?
Existe la creencia de que, al cocinar con cerveza, vino o licores, el alcohol se evapora por efecto del calor. Es falso. Aunque sí se produce cierta degradación, el plato puede conservar entre el 4 % y el 85 % del alcohol dependiendo de la forma del recipiente, del calor y, sobre todo, del tiempo aplicado: técnicas rápidas como el flameado apenas lo destruyen.
Esto se debe tener en cuenta siempre, pero especialmente cuando se cocina para personas que tengan contraindicado el consumo de cualquier cantidad de alcohol, como mujeres embarazadas, personas bajo algunos tratamientos farmacológicos y menores de edad.
El edulcorante eritritol, ¿es mejor que otros?
El eritritol pertenece a la familia de los polialcoholes, como el sorbitol o el maltitol. Aparece de forma natural en las frutas y alimentos fermentados, pero también se obtiene de forma industrial. Su poder edulcorante es inferior al del azúcar (70 %) y no aporta kilocalorías. Aunque se tolera mejor que otros, existe riesgo de efectos intestinales adversos, por eso, todos los alimentos que contengan más del 10 % deben indicar que “puede provocar efectos laxantes”. Un adulto puede consumir al día hasta 0,79 g por kilo de peso; es decir, 55 g para una persona de 70 kilos.
¿Por qué se produce el ‘efecto yoyó’ tras seguir algunas dietas?
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Conocemos como efecto yoyó o efecto rebote a encadenar periodos de pérdida de peso con otros en los que se recuperan los kilos. El aumento de peso se debe a que el balance energético (las calorías que ingerimos respecto a la que gastamos) sale positivo, lo que lleva a almacenar el exceso en forma de grasa. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que hay infinidad de factores, más allá de la comida y el ejercicio, que afectan a ese desequilibrio energético (genéticos, sociales, psicológicos…) y que estamos diseñados para proteger las reservas de grasas, lo que era muy útil cuando el acceso a alimentos era limitado, pero ahora es una desventaja.
Al perder peso se producen cambios hormonales y metabólicos y se modifica nuestra composición corporal, lo que puede ayudarnos o hacer más difícil mantener la línea. Por ejemplo, si adelgazamos muy rápido a costa de perder masa muscular, necesitaremos menos calorías y nos costará estabilizar el peso. Para conseguir un peso saludable y conservarlo es clave la adherencia a una pauta de alimentación y ejercicio que se adapte a nuestros gustos y hábitos para que la podamos mantener toda la vida.
¿Qué propiedades tiene el tahín?
El tahín o tahini es una pasta de semillas de sésamo molidas. Además de aportar sabor, es nutricionalmente muy rico en grasas insaturadas, proteínas y calcio, que se aprovechan mucho mejor a partir de las semillas de sésamo trituradas que enteras. Aunque es altamente calórico, puede emplearse como una fuente de grasa saludable más, junto con los frutos secos o el aceite de oliva. Puede comerse solo, en salsa o como ingrediente de otras preparaciones, como el humus o el baba ghanoush (puré de berenjena).