La tarta de manzana es una receta clásica de la repostería y del otoño pero, como sucede con casi todos los postres tradicionales y caseros, hay infinidad de maneras de hacerla. Con láminas de manzana por encima o sin ellas, con hojaldre o masa quebrada, con crema pastelera o no, con la manzana en compota o bizcochada… Cada casa tiene su receta. En este artículo se explican tres recetas de tartas de manzana con las que poder experimentar y probar. Los ingredientes son parecidos, pero los resultados, muy diferentes.
Esta receta se puede preparar durante todo el año, ya que hay manzanas en cualquier estación. Sin embargo, es en otoño cuando se recogen la manzanas más sabrosas y aromáticas. Por eso, y porque este es un postre que se puede consumir ligeramente templado, la tarta de manzana es un clásico manjar otoñal.
Para elaborarlo se puede utilizar cualquier variedad de manzana. Pero como hay diferencias entre ellas (unas son más sabrosas que otras, las texturas y el aroma son distintos…), según la clase que se elija la tarta tendrá un sabor u otro.
Distintos tipos de tartas de manzana
En cuanto a los tipos de tartas de manzana, existen diferentes recetas:
- Tarta de hojaldre y crema pastelera, con las manzanas por encima. Otra opción es usar, en vez de hojaldre, masa brisa o pasta quebrada, que no suben de volumen cuando se hornean. Se pueden presentar en formato redondo, utilizando un molde desmontable, o también en forma de tiras, empleando la placa de horno rectangular para hornearlas.
- También existen versiones de tartas de manzanas en las que se usa la base de hojaldre o de masa quebrada y sobre ella se cocinan las manzanas pero sin crema pastelera, solo manzana y azúcar.
- La tarta de manzana americana es otro tipo de receta. Las manzanas se cocinan dentro de dos láminas de masa quebrada. Es parecida a las empanadas y se forma una compota en el interior de la tarta, dando un resultado muy sabroso.
- Otro tipo de tarta de manzana es la que se elabora sin base. Se prepara como si fuese un bizcocho, de manera que la manzana queda integrada en la masa con la que se hornea, aunque en la superficie se decore con unas láminas de manzana a modo de abanico circular.
Receta 1. Tarta de manzana con crema pastelera
Esta tarta se prepara con una masa de hojaldre o una masa quebrada. Ambas se pueden hacer en casa o adquirir refrigeradas. Para facilitar la elaboración, en esta receta se dispone de una masa ya elaborada y refrigerada.
Primero hay que forrar un molde redondo desmontable (para cuatro personas) con la masa de hojaldre o la masa quebrada bien extendida y colocar un peso en la parte superior (por ejemplo, un papel de horno con legumbres secas) para que la masa no suba con el calor. Se hornea solo la base de hojaldre durante 10 minutos a 180 ºC. Se saca del horno y se deja templar sin el papel de horno ni las legumbres secas (o el peso que se haya elegido).
Se elabora una crema pastelera siguiendo las instrucciones de esta receta. Una vez hecha y fría, se vierte sobre la base de hojaldre semihorneada.
Se lavan y pelan 300 gramos de manzanas. Se les quita el corazón, se cortan en láminas finas y se rocían ligeramente con zumo de limón para que no se oxiden y oscurezcan. A continuación, se colocan las láminas de manzana encima de la crema pastelera formando círculos concéntricos y se reparte un poco de azúcar por encima de las manzanas. Después, hay que introducir la tarta en el horno (previamente precalentado a temperatura de 180 ºC) durante 40 minutos.
Cuando las manzanas estén doradas y ligeramente caramelizadas, se saca la tarta del horno y, con la ayuda de un pincel, se barniza la superficie con un par de cucharadas de mermelada de melocotón aligerada con un poco de agua, como si fuese una glasa. Una vez que se haya enfriado la tarta por completo ya se puede servir.
Receta 2. Tarta Tatín templada con helado de vainilla y bayas
Esta receta es una compota de manzana y pera que termina horneándose con una lámina de hojaldre. También se le llama tarta invertida por la forma de hornearse.
Como primer paso hay que pelar y quitar los corazones de 400 gramos de manzana reineta. Después, se cortan en cuartos y se colocan en una cazuela. Se añaden una cáscara de limón, dos cucharadas soperas de agua, 50 gramos de azúcar y media vaina de vainilla. Se tapa y se deja que se cocinen con suavidad durante 10 minutos, hasta que estén blandas pero enteras. Se escurre para separar el almíbar de la fruta.
Se reduce el almíbar hasta que se caramelice ligeramente y, cuando esté caliente, se vierte en un molde antiadherente circular de tarta. Sobre el almíbar se ponen 30 gramos de mantequilla en trocitos, 60 gramos de azúcar y, encima, la manzana semicocida. Se cubren las manzanas con una lámina de masa de hojaldre envolviendo hacia dentro los dobleces del hojaldre.
Por último, se introduce al horno precalentado a 200 ºC y se cocina durante media hora. Una vez transcurrido este tiempo, se saca la tarta del horno, se deja reposar de 5 a 10 minutos en el molde y, a continuación, se desmolda.
La tarta se sirve con un acompañamiento de helado de vainilla semiderretido, batido con energía y con unos trocitos de bayas por encima. De esta manera, el contraste en sabor y color será mayor.
Receta 3. Bizcocho cremoso de manzana y almendras
Su consistencia no es como la de un bizcocho normal; es un bizcocho de los llamados cremosos, debido a la cantidad de manzana que lleva.
Para hacerlo, hay que pelar medio kilo de manzanas, descorazonarlas y ponerlas en una cazuela al fuego con un vaso de agua hasta que se forme una compota. Una vez comienzan a estar blanditas, tras unos 30 minutos de cocción, lo siguiente es triturarlas con la ayuda de una batidora y dejar enfriar la compota de las manzanas.
Mientras, se mezclan con la batidora el resto de los ingredientes: 50 gramos de harina, 50 gramos de azúcar, 100 mililitros de leche, dos huevos y una yema, un par de cucharadas de aceite de oliva, 30 gramos de almendra en polvo y una cucharadita de levadura, hasta formar una crema que se mezclará con la compota de manzana.
Se unta con un poco de mantequilla un molde redondo de los desmontables (de 24 centímetros de anchura) y en ese molde se vierte la crema de manzana con todos los ingredientes batidos. También se pelan dos manzanas para la decoración, se parten por la mitad y se les quita el corazón. Se cortan en gajos muy finos y se cubre con ellos toda la superficie de la crema; se da forma de flor, poniendo los gajos en la misma dirección de fuera hacia dentro, y en el centro, unas almendras en láminas. Se espolvorea azúcar por encima para que, según se vaya cocinando la tarta, se vaya dorando la superficie.
Se precalienta el horno a 180 ºC y se introduce en él el bizcocho durante 45 minutos, aproximadamente, o hasta que pinchando la masa con un cuchillo salga limpio. Se deja enfriar desmoldado y sobre una rejilla, para que se enfríe por su base. Se sirve templado o a temperatura ambiente.