¿Quién no se ha comido una hamburguesa alguna vez? Sin duda, está entre los platos más populares de la gastronomía. Su historia se remonta a varios siglos atrás y su fama es tal que cada 28 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hamburguesa. Este invento sencillo, compuesto por dos rebanadas de pan con un filete en medio, ha traspasado fronteras, tendencias, formas, ingredientes… hasta convertirse en uno de los platos estrella, para mayores y pequeños, de la cocina actual. En este articulo se explica cómo preparar la versión vegetal de la tradicional hamburguesa utilizando verduras congeladas.
Hasta hace bien poco, comer una hamburguesa suponía alimentarse con «comida rápida», una expresión asociada a alimentos grasos, poco saludables y baratos y de preparación -e ingesta- exprés. Sin embargo, la revolución que se ha producido en los últimos años en la gastronomía, sumada a la tendencia de adquirir hábitos saludables, ha impactado directamente en estos productos y generado una transformación en el sector.
Por ello, en este artículo se profundiza en una de esas nuevas tendencias que llegan con fuerza, y para quedarse: las hamburguesas de verduras. Esta alternativa sabrosa y saludable, además de conquistar paladares, ayuda a cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la necesidad de ingerir un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad.
La versión vegetal de la tradicional hamburguesa permite un abanico amplio de posibilidades y, además, es una forma muy sana de comer, ya que la mezcla de verduras resulta muy saludable para la dieta, gracias a su gran aporte nutricional.
Cómo preparar una hamburguesa de verduras
La base de la hamburguesa debe elaborarse con cebolla y ajo para darle sabor. Y como ingrediente principal puede llevar guisantes, brócoli, berenjenas, espinacas, zanahorias… La verdura que se escoja hay que cocerla, escurrirla bien y añadirle un poco de huevo y harina. Se mezcla todo y se hace la masa de lo que serán los filetes.
El resultado: un plato rico en proteínas, bajo en carbohidratos y, sobre todo, muy sano y natural, que ayudará a fomentar el consumo de vegetales y a conquistar el paladar de los más pequeños, ya que es clave utilizar la imaginación al preparar los platos.
Hamburguesa con verduras congeladas
Conscientes de que las verduras son una pieza clave en la nutrición de las personas, las verduras congeladas se posicionan como una excelente alternativa a las llamadas «frescas». El proceso de ultracongelación al que son sometidas permite que retengan las vitaminas, las fibras y los minerales y, además, son casi igual de nutritivas que las recién recogidas de la tierra. Están compuestas por un 90% de agua, su digestión es muy ligera y resultan perfectas para cuidar el organismo por dentro y por fuera.
Otro de los principales beneficios de comer verduras congeladas es que son fáciles de preparar y servir. Son más cómodas que las frescas, ya que vienen lavadas, cortadas y listas para cocinar, dejando regular las porciones, por lo que se consume la cantidad deseada y el resto vuelve al congelador. Tenerlas a mano en casa ayudará a preparar diversos platos, incluyendo unas ricas hamburguesas vegetales.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet, que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.