En el mercado existe un tipo de pan que se vende congelado y que también se le conoce como pan precocido. Cada vez se va ampliando más la variedad de panes precocidos, pero lo habitual es encontrar la baguete o la baguetina congelada.
¿Cómo conseguir este pan?
Los panes congelados se venden en el supermercado y vienen envasados en atmósferas modificadas. Una vez que se compran la ventaja que tienen es que se pueden conservar en el congelador durante meses hasta el momento en el que se vayan a consumir.
Cada envase de plástico contiene por lo general 2 baguetinas del tamaño de media baguete. En caso de descongelar las dos baguetes y hornear solo una, la otra se puede conservar en el frigorífico durante 2 ó 3 días. Es posible que esta segunda baguete quede algo menos crujiente si se mantiene durante varios días en la nevera.
Semejante a una baguete
Su elaboración sigue unos pasos muy similares a los de la baguete convencional, aunque en ocasiones se emplean harinas de otros tipos obteniendo así panes diferentes. Pero este tipo de panes tienen características propias que les diferencian de otros tipos de panes. Como su nombre indica en los panes precocidos el proceso de cocción dura menos tiempo y a continuación se someten a un proceso de ultracongelación y envasado.
Su valor nutritivo es muy semejante a las baguetes que se venden en panaderías. Si se compara con el pan tradicional, las baguetes aportan más hidratos de carbono en su composición y es lo que aumenta ligeramente su valor calórico. Algo que hay que tener en cuenta es que un pan recién hecho es muy apetitoso y eso puede llevar a consumir más cantidad de pan. Además al estar recién horneado si se abusa de su consumo puede llegar a producir pesadez de estómago. Por este motivo conviene moderar su consumo.
Pan recién hecho en 12 minutos
El pan congelado pueden hornearse en el momento que se desee y es la solución para cualquier imprevisto. Los pasos que se han de seguir son tan sencillos como calentar previamente el horno, sacar el pan del congelador e introducirlo en el horno a 200 grados. En tan solo 10 minutos se consigue un delicioso pan recién hecho que desprende un olor exquisito. Es conveniente esperar unos minutos antes de comerlo mientras baja la temperatura del pan.
El consumo de este tipo de panes recién horneados se ha de controlar en caso de flatulencia o exceso de gases porque va a aumentar las molestias digestivas más aún si se abusa de ellos.