Qué nos aportan los tomates
El tomate es una hortaliza muy rica en nutrientes. Destaca por su combinación en antioxidantes (vitamina C, flavonoides y carotenoides), minerales (potasio, fósforo, magnesio, entre otros) y su alto contenido en ácido fólico. En concreto, es la mayor fuente de licopeno de nuestra dieta, que protege a nuestras células y reduce los triglicéridos en sangre.
Este fruto debería formar parte de nuestros platos —especialmente cuando lo encontramos en temporada— y hay muchas formas de incluirlo. Además de en ensaladas, que deberían constituir el 50 % de nuestro plato en combinación con, por ejemplo, pescado al horno (25 %) con patatas (25 %), puede formar parte de sofritos y salsas. Un plato de pasta integral con tomate (25 %-25 %) y humus de garbanzos con crudités (25 %-25 %), compondría una opción muy recomendable.
Una forma para cada ocasión
Existen miles de variedades de tomates, pero la producción comercial tiende a centrarse en unas pocas de alto rendimiento. Utilizar tomates de variedades locales es una manera de preservar su diversidad genética. Según la forma, el sabor, la cantidad de agua y pulpa, cada tomate tiene unos usos recomendados.
🍅 De colgar
De tamaño pequeño, color rojo intenso y piel gruesa. Los tomates de rama se conservan muy bien colgados y son ideales para untar sobre pan.
🍅 Pera
De forma alargada y piel lisa, su carne es dulce y contiene menos agua y más pulpa, por lo que resulta perfecto para hacer conservas, salsa de tomate, sofritos, gazpachos o salmorejos.
🍅 Cereza
Variedades pequeñas, de diversos colores y formas. Los tomates cherry se comen en crudo o se utilizan cocinándolos enteros al horno o en la sartén.
🍅 Redondos y lisos
Suelen ser los más comunes, con menos sabor y más acidez, y tienden a encontrarse a lo largo de todo el año. Son una buena opción para cocinar y asar.
🍅 Asurcados
Suelen ser variedades con formas más irregulares, de tamaño variable, que tienen más contenido en agua y carne de sabor dulce. Son perfectos para comer en crudo en ensaladas.
Cómo conservar los tomates en casa
Guárdalos a temperatura ambiente. Los tomates en fase de maduración (verdes) son sensibles a temperaturas inferiores a 13 ºC, y pierden así sabor y adoptan una textura blanda y harinosa.
Una vez maduros, también pierden sabor y aroma, pero si no se van a consumir y se guardan en la nevera, se recomienda sacarlos un día antes de utilizarlos para que se vuelvan a activar los compuestos aromáticos.
Cómo pelar un tomate en cuatro pasos
- Hacer un corte superficial.
- Sumergir en agua hirviendo un minuto.
- Pasar a un bol con agua y hielo.
- Retirar la piel con cuidado.