Cocinar en compañía, junto a los amigos o en familia, es una actividad estupenda para la conversación y la creatividad. Cocinar para uno mismo y a solas ya es harina de otro costal. Muchas veces se señala que comer solos nos predispone a engordar, a tirar de precocinados o de cualquier cosa que llene la tripa sin dedicar tiempo. Y es verdad: el principal enemigo de la cocina casera es la pereza y, sobre todo, si no se puede compartir con nadie el resultado de nuestro esfuerzo en los fogones. Pues bien… hay que saber que el microondas y las tazas sirven para más cosas que para calentar la leche por las mañanas. A continuación se ofrecen tres “rece-tazas” para disfrutar en solitario.
Porque vivimos solos o porque ese día todos se han marchado de casa. O es tarde y estamos cansados. O hay pocas ganas de cocinar. Porque, simplemente, apetece comer algo rico cuyos ingredientes conocemos, y tenemos. Por cualquiera de estas razones, merece la pena tener a mano una taza, un tenedor, una cuchara y un microondas. Con un poco de creatividad y unos pocos minutos es posible comer algo sabroso, hecho por nosotros mismos y casi sin ensuciar la cocina.
1. Tarta de chocolate y crema de avellanas
Hay que poner en la taza los siguientes ingredientes: cuatro cucharadas de harina, cuatro cucharadas de azúcar, tres cucharadas de cacao en polvo soluble, tres cucharadas de leche, tres cucharadas de agua, tres cucharadas de aceite, un huevo batido y una cucharada de crema untable de cacao.
Se mezcla todo con un tenedor, hasta conseguir una pasta más o menos homogénea. Se coloca la taza en el microondas y se calienta durante un minuto y medio, a máxima potencia (hay que tener en cuenta que la potencia y los tiempos pueden variar ligeramente de un modelo de microondas a otro; es posible que en algunos casos se necesite un minuto más de cocción). Se deja reposar un minuto, se saca la taza del microondas y se sirve tal cual, sobre un pequeño plato. Se puede decorar la tarta con frutos rojos, nueces picadas, nata montada…
2. Pastel de carne individual
Para hacer esta receta, además de la taza y la cuchara, se necesitan los siguientes ingredientes: 125 gramos de carne picada (magra), dos cucharadas de leche, una cucharada de salsa de tomate (o de kétchup, si se prefiere un toque agridulce), una cucharada de caldo, aceite en aerosol, sal, pimienta y especias al gusto.
Hay que mezclar todos los elementos líquidos en la taza y añadir la carne poco a poco, desmenuzándola con las manos. Se mezcla de nuevo, condimentando y rociando con un poquito de aceite en espray (si no hay, con un par de gotas por la superficie de la mezcla bastará). Se cubre la taza con un film transparente apto para microondas (al que se se le harán algunos agujeritos pequeños) y se introduce en el microondas. Se debe calentar durante tres minutos a máxima potencia o hasta que la carne ya no esté de color rosa (el tiempo variará según el electrodoméstico). Se retira la taza del microondas con cuidado, para no quemarse, se quita el film y, también con cuidado, se escurre el líquido sobrante de la cocción. Se deja reposar durante un par de minutos y ¡listo! Este pastel combina muy bien con un puré de patatas.
3. Quiche de jamón y queso
En la elaboración de esta «rece-taza» se necesitan los siguientes ingredientes: una cucharada y media de leche, un huevo, un panecillo, dos cucharadas de queso cremoso, una loncha de jamón york, una pizca de sal y pimienta.
En la taza hay que mezclar con la ayuda de un tenedor una cucharada y media de leche y un huevo, además de sazonar todo con una pizca de sal y pimienta. Se trocea un panecillo en pequeñas piezas (como picatostes) que se añaden a la taza y se revuelve todo. Después, se agregan dos cucharadas de queso cremoso (puede ser para untar) y una loncha de jamón york cortada en trocitos y se mezclan todos los ingredientes. En este paso final se pueden añadir algunas hierbas frescas o especias. Se introduce la taza en el microondas y se calienta durante un minuto a máxima potencia (es posible que en algunos aparatos se precise un poquito más de tiempo de cocción, aunque no será mucho). Se retira del microondas y se come calentito (con cuidado de no quemarse). Esta receta queda muy bien cuando se acompaña con salsas caseras y variadas.