El centollo o txangurro, cuya carne es suculenta para ensaladas, como relleno de pimientos, y combinado con otro tipo de verduras (alcachofas, puerros y espárragos, por ejemplo) tiene un gran inconveniente en su preparación.
El problema es que una vez cocido tenemos grandes problemas para desmigarlo y sacar su carne sin recibir pequeños cortes.
El consejo es que utilicemos una aguja de hacer punto o una brocheta metálica, de esta manera podremos llegar con facilidad a la carne de las patas y a los lugares menos accesibles preservando nuestras manos.