Una alimentación poco equilibrada puede ser la causa de las enfermedades crónicas o mortales que padezcamos a lo largo de nuestra vida, más allá de factores ambientales y hereditarios. Así lo afirmó ayer el profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV) en Vitoria, Pedro Manuel Ramos Calvo, durante un curso de verano celebrado en la UPV en San Sebastián llamado «Comida, salud y enfermedad: tú decides».
El especialista señaló que estudios recientes han puesto de manifiesto que el 60% de las enfermedades que afectan a la población en diferentes etapas de la vida están «estrechamente relacionadas» con malos hábitos alimenticios. En concreto, las enfermedades cardiovasculares, los diferentes tipos de cáncer y la diabetes serían las patologías más vinculadas a una alimentación inadecuada.
Ramos Calvo incidió en la necesidad de cambiar la forma de comer. «Los pequeños cambios en los hábitos cambian las condiciones de vida y alejan la enfermedad», puntualizó. No en vano, a su juicio, la modificación de costumbres a la hora de comer «reduciría ni más ni menos que en un 80% el cáncer de colon».
El experto nutricional considera fundamental «que el 70% de los alimentos ingeridos diariamente sean de la tierra y el 30% restante de origen animal». Estos alimentos se comerían en raciones. «Una ración de verdura supondría cubrir el fondo de un plato hondo con, más o menos, un dedo de altura del alimento», precisó Ramos, quien también dio gran importancia a que se realicen cinco comidas al día («el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena. Este sería el primer salto a una alimentación sana»), y a que se aumente el consumo de fibra.