Una reciente investigación de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) ha concluido que el consumo de suplementos de calcio está relacionado con un mayor riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares (ACV). En concreto, estiman que estas tabletas concentradas pueden incrementar el riesgo de sufrir un infarto en un 30%, aunque reconocen que esta relación no es significativa en el caso de ACV.
El trabajo, publicado en la revista «British Medical Journal», ha realizado un seguimiento en 12.000 ancianos durante un periodo de cuatro años. Durante ese periodo, a la mitad de ellos se les administraron suplementos de calcio, y al resto un placebo. Las conclusiones reflejan que en un grupo de 1.000 personas que tomen este tipo de concentrados durante cinco años, se registrarían 14 infartos, 10 ACV y 13 muertes más que entre otro mismo grupo que no reciba ese tratamiento.
Pese a que los expertos no están seguros de la causa por la que las que este tipo de suplementos dañan la salud, algunos estudios anteriores ya habían asociado los niveles altos de calcio con este tipo de patologías. «Cuando se toman suplementos de calcio, los niveles en sangre suben en las siguientes horas hasta el extremo máximo del rango normal», afirma Ian Reid, profesor de medicina de la Universidad de Auckland. «Sin embargo, los niveles en sangre del calcio apenas varían cuando se toma en la dieta porque el calcio de los alimentos se absorbe de manera muy lenta», explica el científico. Reid apunta que una mayor presencia de calcio puede conducir a la formación de placas en los vasos sanguíneos y ocasionar la producción de incidentes coronarios.
Por todo ello, los investigadores han recomendado a las personas que consumen este tipo de suplementos que consulten con sus médicos, y apliquen hábitos saludables naturales, como la práctica habitual de ejercicio, no fumar, y un peso