Los resultados de un estudio dirigido por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, confirman que el consumo habitual de frutos secos reduce de forma «significativa» los niveles de colesterol, los triglicéridos y el consiguiente riesgo cardiovascular en las personas que tienen el colesterol más elevado, están más delgadas o siguen una dieta «poco saludable».
Publicado en la revista «Archives of Internal Medicine», este trabajo ha compilado los datos individuales de 583 personas de ambos sexos que participaron en 25 estudios sobre el consumo de frutos secos en siete países. Tras el análisis de los resultados, los investigadores han afirmado que «todos los frutos secos reducen el colesterol y los triglicéridos de modo similar».
La investigación, desarrollada en colaboración con la Universidad de Loma Linda (California), concluye que la ingesta de frutos secos contribuye a reducir el colesterol LDL (colesterol «malo») sin afectar al colesterol HDL (colesterol «bueno»). Los autores del informe aconsejan que el consumo de frutos secos se utilice como «primera herramienta terapéutica» para bajar los niveles de colesterol malo y reducir así el riesgo cardiovascular.
«Los frutos secos son un componente principal de la dieta saludable dado su alto contenido en grasas insaturadas y fibra, que contribuyen a la reducción de colesterol, pero también en minerales, proteínas, vitaminas y otros antioxidantes, que hacen que estos alimentos sean realmente píldoras naturales de salud», aseguran los investigadores.