Especialistas de la Universidad de Castilla-La Mancha han diseñado un programa de actividad física de carácter lúdico y no competitivo para que los niños puedan adelgazar jugando, informa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Estos juegos, que suponen cuatro horas y media semanales en horario extraescolar, están orientados a potenciar la flexibilidad, el trabajo cardiorrespiratorio y la fuerza y resistencia muscular. Se pretende así evitar el aumento del sobrepeso y la obesidad a causa del sedentarismo entre los pequeños, que pasan una media de tres horas diarias frente al televisor y el ordenador.
Desarrollado por el Centro de Estudios Socio-Sanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha, «Actividad Física y Prevención de la Obesidad Infantil. Efectividad de la Intervención (MOVI)» es un libro que reúne los objetivos, las características y la evaluación de una intervención dirigida a prevenir la obesidad infantil, basada en promocionar la práctica de actividad física no competitiva, es decir, mediante juegos. Los resultados obtenidos en escolares de la provincia de Cuenca indican una reducción en los índices de sobrepeso y obesidad de hasta un 6% gracias a la aplicación de este programa. Otro de los datos interesantes de esta intervención, que será aplicada por la AESAN en un ámbito más extenso, es su reducido coste económico, cerca de 28 euros por niño al mes, incluyendo los gastos de material, coordinadores y monitores de los niños.
Más de un millar de escolares de 20 colegios de Cuenca fueron sometidos antes de aplicar el programa en junio de 2004 a distintas pruebas y análisis de sangre para registrar los datos sobre índice de masa corporal, porcentaje de grasa corporal, grosor del pliegue cutáneo y perfil de lípidos, entre otras cosas. Transcurridos dos años de actividad física programada, se repitieron las mismas pruebas y el resultado más importante fue que el nivel de sobrepeso u obesidad se había reducido en un 6% entre las niñas y un 2% entre los niños, demostrando que la actividad física es una de las vías más importantes y efectivas para combatir la obesidad. Además, se produjo una importante mejora del perfil lipídico de los escolares. Los niños físicamente activos demostraron igualmente mayor autoestima, mejor rendimiento académico, mejores relaciones interpersonales y menos limitaciones en sus actividades diarias.
Importancia de la actividad física
«La inactividad física y la alimentación poco saludable son dos variables de riesgo de padecer obesidad y otras enfermedades no trasmisibles, como la diabetes mellitus tipo II, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer», aseguró Roberto Sabrido, presidente de la AESAN, en la presentación del estudio. «En una sociedad donde no empeoran los niveles de lípidos en sangre, pero está aumentando el sobrepeso, cualquier tipo de intervención contra la obesidad infantil debe centrarse en la actividad física», señaló, por su parte, Vicente Martínez Vizcaíno, uno de los autores de este programa de juegos infantiles.