La isla de Longearbyen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cuenta con una versión moderna del Arca de Noé. Se trata del primer banco mundial de semillas, que hoy será inaugurado de manera oficial. Este arca alberga miles de muestras de semillas vegetales de todas partes del mundo.
El objetivo de este proyecto no es otro que preservar la biodiversidad de los cultivos alimentarios del mundo para las futuras generaciones. La pérdida de biodiversidad es actualmente uno de los mayores desafíos para el medio ambiente. Si las semillas se perdiesen, por ejemplo debido a una catástrofe natural, guerra o debido a la carencia de recursos, serían reestablecidas con las almacenadas en la isla noruega.
Se trata además de una importante ayuda para la lucha contra el hambre y la pobreza en países en desarrollo, precisamente donde se origina la mayor diversidad de plantas del planeta. Puede que por eso el primer envío que llegó a Longearbyen procediera de África, desde donde el Instituto Internacional de Agricultura Tropical mandó 20 cajas con 7.000 muestras de semillas de 36 países. La denominada Bóveda Global de Semillas de Svalbard se sitúa en el interior de las montañas de Longearbyen, bajo el suelo permanentemente helado y a una altura de 130 metros sobre el nivel del mar, de tal modo que queda preservada de la subida de las aguas. Las cámaras de almacenamiento se mantendrán a una temperatura constante de 18 grados bajo cero, lo que permitirá conservar las semillas durante 1.000 años.
Tres millones de tipos distintos
Las semillas contenidas en la Bóveda sólo se podrán extraer si por alguna razón las de los bancos originales se hubiesen perdido. Sus depositantes conservarán sus derechos sobre las mismas. En total, tiene capacidad para almacenar 4,5 millones de semillas de tres millones de tipos distintos. Considerando que cada muestra consistirá en 500 semillas, habrá espacio para un máximo de 1.500 millones de semillas diferentes. Esto supone la totalidad de las distintas muestras de semillas actualmente depositadas en los aproximadamente 1.400 bancos genéticos distribuidos en más de un centenar de países.
Hasta el momento se han recibido varios miles de semillas de patata de Perú; 30.000 muestras de judías de Colombia; 47.000 de trigo y 10.000 tipos de maíz de México, y 70.000 variedades distintas de arroz de Filipinas. Desde Europa, han llegado muestras de trigo de Alemania y Holanda.