La piña, por su alto contenido en fibra, sacia el hambre, previene el estreñimiento, normaliza la flora intestinal y evita la obesidad. Por ello, expertos como el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona August Corominas, la nutricionista Pilar Riobó o la dietista Blanca Galofré recomiendan su consumo.
Corominas considera que la fibra que contiene la piña, «en su jugo y no en almíbar», es muy recomendable para prevenir o evitar la obesidad, ya que ralentiza el paso de los alimentos por el estómago y se produce una sensación de saciedad, «por lo que se come menos».
Esta fruta, originaria de América Central, contiene una enzima llamada bromelina que actúa como sustitutivo de los jugos gástricos, mejora las digestiones y destruye la cubierta de quitina que protege a los parásitos intestinales, que son expulsados del organismo.
Su efecto depurativo, como diurético, tiene, a juicio de Corominas, un efecto benéfico de eliminación de toxinas por medio de la orina, «y ayuda así a quienes tienen problemas de riñón, vejiga y próstata». Asimismo, la acción antioxidante de esta fruta actúa en contra de los radicales libres, «por lo que combate las enfermedades crónicas y mejora la longevidad», afirma.
Limpia el organismo
Por su parte, Pilar Riobó, jefe asociado en Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, indica que la fibra de la piña evita el estreñimiento porque regula el tránsito intestinal arrastrando toxinas, por lo que esta fruta ayuda «a mantener limpio» el organismo.
Agrega que las dietas ricas en fibra tienen propiedades preventivas ante la aparición de ciertas enfermedades relacionadas con algunos tipos de carcinomas, como el de colon o el de mama; además disminuyen los niveles de colesterol, hasta un 10%, y en consecuencia los riesgos vasculares.
Finalmente, Blanca Galofré señala que la piña tiene una gran proporción de vitaminas, sales minerales, ácidos orgánicos y fibra, factores para el tratamiento de la obesidad, por lo que se le considera un alimento importante para evitar esta enfermedad.
Esta dietista insiste en que «no siempre un aumento de peso significa un aumento de grasa» y recuerda que «muchas veces esta disfunción se produce por una mayor retención de líquidos, que se combate con el consumo de piña, siempre en su jugo o natural».