Las verduras, generalmente, se preparan cocidas y acompañadas con un poco de patata, zanahoria o cebolla. Este modo de presentar las verduras no suele ser del agrado de los más pequeños, quienes, un día tras otro, dejan estos alimentos en el plato y desaprovechan los nutrientes que contienen. Con un poco de imaginación y unas nociones básicas de cocina, se pueden preparar de forma rápida y sencilla platos de verduras y hortalizas con originales presentaciones que harán las delicias de los niños. Además, algunas de estas técnicas culinarias consiguen disminuir la pérdida de los nutrientes presentes en las verduras, con lo que se consigue un mayor aporte de vitaminas, minerales y sustancias con acción antioxidante en su dieta.
¿Verduras asadas? Al asar las verduras se consigue un efecto positivo, ya que éstas adquieren un sabor que probablemente gustará más a los niños. Por tanto, este puede ser un buen modo de comenzar a ofrecerles verduras y hortalizas para que se vayan acostumbrando a su sabor. Además, el horno ofrece la posibilidad de preparar los vegetales de una forma curiosa y atractiva para los pequeños, en papillote. Esta técnica consiste en envolver los ingredientes formando un paquete bien cerrado, y someterlos a una cocción corta en un horno a temperatura media. De este modo no hay dilución del alimento en agua y la temperatura que alcanza el interior de los paquetes es moderada, por lo que se pierden menos vitaminas y minerales.
También es posible preparar los vegetales a la plancha. Las hortalizas idóneas para ello son las setas y champiñones y las más carnosas como la berenjena y el calabacín. Al cocinar los vegetales de este modo, es fácil preparar con ellos unas divertidas brochetas en las que las hortalizas se alternen con otro tipo de vegetales, o bien con trocitos de carne o pescado.
Gran variedad de preparaciones La fritura es una de las formas de cocinar los alimentos que gusta mucho a los niños, ya que los alimentos resultan muy jugosos cocinados de esta manera. En el caso de los vegetales también se puede aplicar esta técnica, si bien absorben parte del aceite de fritura y resultan más calóricas y difíciles de digerir. Por tanto, aunque preparadas de esta forma resultan muy apetecibles, conviene no abusar de esta preparación y alternarla con otras menos grasas, sobretodo si existen problemas de exceso de peso.
Si se cocinan las verduras al vapor se consigue una pérdida de nutrientes mínima, sin embargo al cocinar los vegetales de este modo se conserva todo su sabor, aroma y textura. Aunque en principio esto pueda parecer una ventaja, en el caso de los niños puede que acentúe su rechazo frente a estos alimentos. De todos modos merece la pena ofrecerles las verduras de este modo acompañándolas con una salsa bechamel o con algún otro alimento que atenúe su sabor y sea de su agrado para que se animen a probarlas.
En muchos casos, la forma en que los niños mejor aceptan las verduras es en puré. Es importante tener en cuenta que no es lo mismo pasar las verduras por el chino que triturarlas, ya que en este último caso la fibra queda en el plato, mientras que al pasarlas por el chino la fibra se elimina.
La forma en que mejor se aprovechan todos los nutrientes de las verduras y hortalizas es cuando se toman en ensalada, ya que el calor hace que se destruya gran parte de las vitaminas que contienen. Por tanto, conviene aprovechar el color y las variadas formas de los vegetales para preparar originales ensaladas en las que incluir diferentes tipos de lechuga, escarola, tomate, zanahoria, remolacha, pimiento, maíz, olivas… También se pueden combinar con alimentos que les gustan más como pasta, arroz, legumbre, huevo duro, palitos de cangrejo, frutas, tacos de queso, jamón… En definitiva, cualquier alimento que agrade a los niños y que haga más fácil que coman vegetales.