Conviene que las embarazadas sigan una dieta sana. Nadie lo duda. Más controvertida es la suplementación con yodo en esta etapa. Por eso es importante llegar a un consenso. Lo ha hecho el Ministerio de Sanidad en su última revisión sobre esta cuestión, en un documento que contó con la colaboración de diversas entidades. Su conclusión es distinta a la que emitió el propio Ministerio en su informe anterior, que databa de 2006. Como se ve en el presente artículo, dicha conclusión no se puede resumir en “sí suplementar” o “no suplementar” yodo durante la gestación.
Sal yodada, recomendable
Pese a que el yodo es un mineral esencial para el organismo, resulta difícil cubrir sus requerimientos mediante la dieta, aunque esta sea saludable e incluya a menudo alimentos que tienen bastante yodo, como los pescados (para ello habría que tomar una alta cantidad de pescado, que puede desequilibrar la alimentación). Por eso, tanto la Organización Mundial de la Salud como numerosas entidades sanitarias recomiendan sustituir la sal de mesa por sal yodada. También el Ministerio de Sanidad lo aconseja, como se puede comprobar en este enlace. En todo caso, para obtener suficiente yodo no es necesario consumir mucha sal, con dos gramos diarios (una pizca) es suficiente. Es importante no confundir la sal yodada con sal marina, gorda, de escamas o de cualquier otro tipo. Si en el envase del producto no se indica que ha sido fortificada con yodo, su contenido en este mineral será muy bajo (un gramo de sal marina contiene 150 veces menos yodo que uno de sal yodada).
Mayores requerimientos en el embarazo
El consejo de tomar sal yodada es todavía más importante en el embarazo. Sin embargo, existen dudas acerca de si la ingesta de sal yodada será suficiente durante esta etapa para cubrir las necesidades del feto. Como el yodo resulta imprescindible para el buen desarrollo del cerebro del bebé, entre otras funciones vitales, se establecen requerimientos más elevados durante la gestación. Si tales requerimientos no se cubren con la dieta, es preciso recurrir a la suplementación. Es algo que recomiendan hoy por hoy entidades como la Academia Americana de Pediatría, que aconsejó en junio de 2014 (en la revista Pediatrics) que las embarazadas y las mujeres lactantes tomasen a diario comprimidos con 150 microgramos de yodo, además de utilizar sal yodada. En la última revisión sobre esta cuestión, que se detalló en EROSKI CONSUMER en septiembre de 2013, esta suplementación parecía necesaria también en España, pero nuevos estudios han hecho cuestionarla.
Embarazo y yodo: nuevo documento del Ministerio de Sanidad
A finales de 2014, el Ministerio de Sanidad publicó la ‘Guía de Práctica Clínica de Atención al embarazo y puerperio‘. En ella se recoge la siguiente consideración: «Se sugiere la suplementación farmacológica durante la gestación con yoduro potásico a dosis de 200 microgramos al día en aquellas mujeres que no alcanzan las cantidades diarias recomendadas de ingesta de yodo con su dieta (tres raciones de leche y derivados lácteos, además de dos gramos de sal yodada)».
Así, en mujeres que ya están tomando unos dos gramos (media cucharadita pequeña) de sal yodada y tres raciones diarias de lácteos, el suplemento de yodo (200 microgramos/día) no parece estar justificado. Una «ración de lácteo» puede ser cualquiera de las siguientes opciones:
- 200 mililitros de leche o yogur.
- entre 60 y 100 gramos de queso fresco.
- entre 30 y 40 gramos de queso semicurado.
Recomendación «débil»
En la actualidad, las vacas son alimentadas con piensos enriquecidos en yodo o bien reciben suplementos de vitaminas y minerales que contienen yodo. Esta práctica se lleva a cabo para evitar que estos animales enfermen a causa de la carencia de este mineral. Sin embargo, no es posible estar seguros de que la cantidad de yodo de la leche de vaca se mantenga estable (los ganaderos no tienen determinado cuánto yodo suministrarán a las vacas). Así, no debe extrañar que el Ministerio de Sanidad haya clasificado su recomendación como «débil», mientras que no ha dudado en clasificar como «fuerte» otros consejos, como el de dejar de fumar en el embarazo. Esto significa que habrá que estar atentos a posibles nuevos cambios en un futuro.
¿Y si consumo leche «ecológica»?
La suplementación con piensos yodados o con comprimidos multivitamínicos es menos frecuente en vacas alimentadas con piensos ecológicos. De ahí que una serie de científicos españoles decidieran revisar en 2014 la cantidad de yodo que contiene la leche ecológica. El estudio, llevado a cabo por Arrizabalaga y sus colaboradores (publicado en la revista Medicina Clínica), constató que las muestras de leche analizadas contenían muy poco yodo. Aunque es una investigación pequeña, puede justificar que los sanitarios aconsejen el suplemento de yodo en gestantes que consumen de forma habitual lácteos elaborados con leche ecológica.