Viajar en tren es una gozada, ¿pero qué ocurre cuando hay retrasos o el aire acondicionado no funciona? El reglamento de los trenes dice que la responsable es la empresa ferroviaria, es decir, Renfe. Como responsable, Renfe deberá indemnizar, salvo que la interrupción se deba a causas ajenas a la compañía o a la estructura ferroviaria. ¿Qué hacer cuando el tren se para? ¿Y si se estropea? A continuación se exponen todos los trucos para saberlo y conseguir una indemnización.
El tren se estropea y se para, ¿y ahora qué?
Para hacer negocios o turismo, para desplazarse a visitar familiares… Los trenes españoles tuvieron en 2015 un tráfico de 465,2 millones de viajeros, según datos proporcionados este año en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) por el Ministerio de Fomento. Los viajeros del ferrocarril valoran la comodidad de este medio de transporte, poder levantarse durante el trayecto, tomar un café o ir al baño, además de ver una película (no en todos los trenes ni trayectos) cuya cartelera varía cada mes.
Sin embargo, a veces el viaje en tren se convierte en una incómoda pesadilla. Puede suceder que el ferrocarril se detenga de improviso. Técnicamente, la paralización mientras se está desarrollando el viaje sería una interrupción. En este caso hay varias soluciones para las distintas situaciones que pueden darse:
- ¿Qué pasa si el tren se para una vez iniciado el viaje? En caso de que el viaje se interrumpa una vez comenzado, la empresa está obligada a proporcionar a los usuarios el transporte en otro tren u otro medio alternativo, en condiciones equivalentes a las contratadas.
Si se opta por el medio de transporte alternativo, los viajeros que estuvieran en clase preferente y los que viajaban en plazas con cama tienen derecho a que se les devuelva la diferencia con clase turista. Si no se desea tomar un medio alternativo, les deben devolver el importe del billete.
¿Y si la parada dura más de una hora? Cuando el tiempo de interrupción es superior a una hora de duración, la empresa ferroviaria está obligada a sufragar los gastos de manutención y hospedaje que esta situación genere al usuario.
¿Qué hacer si el tren se retrasa?
Un retraso en la llegada al lugar de destino puede frustrar muchos planes. Por ello, en caso de retraso por tiempo superior a una hora, se tiene derecho a una indemnización pecuniaria equivalente al 50% del precio del viaje según el título de transporte utilizado. Cuando el retraso supere los 90 minutos, la indemnización será la mitad de lo que se pagó por el billete.
¡Qué frío! ¿Y cuándo los servicios del tren no funcionan?
A veces hace frío durante el viaje y ya no se encuentran abrigos con los que arroparse. ¿Y si con 38 ºC en el exterior, el aire acondicionado no funciona y el tren hace las veces de sauna? ¿Qué derechos tienen los pasajeros en estas situaciones?
Si no funciona la calefacción o el aire acondicionado, se tiene derecho a que devuelvan el 20% de lo que se abonó al comprar el billete. Esta indemnización es compatible con la originada por retraso y por sustitución de un tren de altas prestaciones. Pero el dinero total que se reciba nunca será superior al importe del billete.
¡Atención a las maletas y otros objetos!
Renfe no se hace responsable de ninguna incidencia, robo, extravío o daños ocasionados en el equipaje debido a su mala colocación, ya que hay lugares específicos donde deben situarse los bultos que se lleven.
En caso de extraviar un objeto, se debe acudir a las oficinas de objetos perdidos de las estaciones, pues los artículos que sean hallados en los trenes, andenes u otras dependencias se conservan durante el plazo de dos meses.
Renfe solo responde por causas achacables al sistema ferroviario
Aunque Renfe tiene la obligación de indemnizar a los pasajeros, estas devoluciones solo se harán efectivas si la causa de la interrupción, el servicio deficiente o el retraso pueden achacarse al sistema ferroviario, ya sea una cuestión interna de Renfe, avería de un tren o de la infraestructura. Por tanto, la compañía no se hace responsable de circunstancias meteorológicas o de interrupciones de la circulación causadas por personas o empresas ajenas, por ejemplo.
Los clientes pueden expresar sus quejas y reclamaciones en un plazo de 30 días desde la fecha de viaje. Se puede reclamar verbalmente ante el personal a bordo del tren, en los centros de servicio de Renfe o en las oficinas de atención al cliente de Adif en las estaciones.
Si la situación queda sin resolverse, se debe solicitar el libro o la hoja de reclamaciones.