El método natural de aprendizaje del niño es el juego. Con el juego no solo se divierten, sino que los padres también tienen la oportunidad de introducir enseñanzas cotidianas, incluso de acercar a los hijos conceptos de finanzas personales desde pequeños. Para lograrlo, además, es fundamental crear hábitos de conducta que los niños incorporen a su aprendizaje. Y si se puede hacer con juegos y de manera visual, como los seis que exponemos a continuación, mejor.
Los expertos corroboran que si se da dinero a los niños y niñas a demanda no se crea ningún hábito y se pierde la capacidad de aprendizaje, por lo que conviene entregar una cantidad semanal para inculcar un hábito a corto plazo
El informe ‘Adolescentes’13: hacia una correcta formación y autonomía en el consumo’, realizado por el equipo de investigación de la Cátedra Keepunto-UCM (Universidad Complutense de Madrid), corrobora que cada vez son más los padres que dan dinero a sus hijos a demanda. En concreto, el 62 % van pidiendo a medida que les hace falta. El peligro, según Francis Blasco, coautora de este trabajo, «es que acaban por no tener una percepción real de lo que gastan: dicen que unos 12 euros a la semana, cuando en realidad la media es de casi 40 euros».
Los expertos recuerdan que una de las primeras reglas para que los padres acerquen a sus hijos a los conceptos de finanzas es tener bien claro que explicar no significa aprender. Los niños no tienen por qué aprender a la primera, por eso el juego sistemático puede ayudar a lograr el objetivo de interiorizar nociones económicas.
1. Lo que cuesta dejarse la luz encendida
Con el siguiente juego los pequeños aprenden que dejarse la luz encendida vale dinero. Escoja una hucha divertida para la actividad y use una pequeña «sanción» monetaria para llenarla: poner un céntimo en la hucha cada vez que el niño se deja la luz encendida. La multa de esta forma no es castigo, sino un pago simbólico.
2. Jugar en la compra
El día a día es una buena oportunidad para involucrar a los más pequeños de la casa en la economía doméstica. Permita que sus hijos le ayuden a sacar dinero del cajero automático e incluso deje que ellos mismos lo hagan, cuando sepan cómo funciona. Además, también pueden pagar la compra en el mercado. De esta forma, los niños se sienten mayores y más responsables, a la vez que aprenden.
3. El mural de la paga, ¡con colores!
Los expertos corroboran que si se da dinero a los hijos a demanda no se crea ninguna costumbre y se pierde la capacidad de aprendizaje. Por eso, conviene entregar una cantidad semanal y de manera sistemática para inculcar un hábito a corto plazo. Entre los cinco y los seis años es una buena edad para empezar y para que el pequeño empiece a gestionarse.
Para hacerlo más divertido, puede crear un mural en casa, con un cuadrante del total de la paga y en qué lo invierte el niño. Puede usar dibujos, colores y hasta cartulinas y pegamentos para hacer dibujos con los conceptos del gasto y contruir un divertido mural de la paga semanal. La cantidad de la misma dependerá de los recursos y de las necesidades en función de la edad de los pequeños.
4. El juego del ahorro
Es importante explicar a los hijos para qué es su paga y qué cubre. Para ello, un primer juego divertido es emplear dos huchas: una para gastar y la otra para ahorrar. Escoja huchas simpáticas, que puedan pintarse con colores o témperas, con el fin de motivar a los niños a participar en el juego. Para que el ahorro se convierta en hábito y no sea visto como un sacrificio, propóngales fijar un objetivo a largo plazo y recuérdeles que escojan algo que les guste y motive.
5. La hucha de la solidaridad
Unos de los hábitos financieros más importantes es aprender a ser generoso y participar en causas sociales y de protección de los animales o la naturaleza. Los expertos recuerdan que los pequeños pueden aprender el concepto de la solidaridad desde edades tan tempranas como los cuatro años.
El modo de comenzar es explicar a los hijos por qué todos debemos compartir y ser solidarios. Y, luego, comprométase usted también: por cada 20 céntimos de la paga que él meta en su hucha solidaria, introduzca usted la misma cantidad.
Ahora solo falta escoger la asociación o protectora con la que colaborar. Puede visitar la asociación e inspirarse en su experiencia para decorar una hucha con el motivo solidario que el niño escoja. Las colaboraciones con las asociaciones pueden hacerse desde cantidades muy simbólicas. Y si logran ahorrar más, pueden cooperar con una acción concreta, como costear parte de una operación de un animal de la protectora.
6. Aprender a contar el dinero
Aprende a contar dinero es una aplicación creada por un estudiante de la Universidad de Navarra, y también un juego interactivo que enseña a los más pequeños a contar el dinero y a diferenciar las monedas o billetes.
Los niños entran en una tienda virtual donde tendrán que tomar la decisión de comprar un artículo y aprender a determinar si tienen dinero suficiente para adquirirlo. Además, hay que pagar y dominar si el cambio dado por el vendedor es correcto. La app está recomendada para chavales de 6 a 10 años y es gratuita.
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