Muchos niños mojan la cama más allá de los seis años, aunque pocas veces se debe a un problema grave. Es importante procurar que los pequeños no se agobien demasiado por ello y que logren descansar lo suficiente, ya que una larga temporada sin dormir podría repercutir de forma negativa en su rendimiento cognitivo. En el siguiente artículo se proponen siete consejos para que los peques no mojen la cama.
La enuresis, esas micciones incontroladas que tienen lugar más allá de la franja considerada normal para alcanzar el control de la retención de orina (establecida entre los cuatro y los seis años), es un problema muy extendido: unos 50 millones de niños mayores de esa edad hacen pipí fuera de hora de forma habitual en todo el mundo. Las causas son muchas y variadas, pero casi todas revisten escasa gravedad.
Las 7 claves para hacer frente a la enuresis
- 1. No beber en exceso antes de ir a dormir. Si puede ser, tras la cena no hacer ninguna otra ingesta de líquido y, justo antes de acostarse, hacer el último pis.
- 2. Un poco de paciencia y no hacer de ello un gran problema. Si su hijo o hija está en «eso», no se preocupe más de la cuenta. En la mayoría de las ocasiones, el tema se superará sin más.
- 3. No desesperarse. Es aconsejable evitar que el niño o niña no perciba que esas micciones nocturnas molestan o irritan a sus padres.
- 4. Descartar enfermedades o problemas de salud asociados a ese problema. Una visita al pediatra solventa ese punto.
- 5. Dejar un pijama y una mudaal lado de la cama para que él o ella pueda cambiar su ropa mojada (no olvidar colocar una funda de plástico para proteger el colchón). Eso ayuda a que los hijos autogestionen el problema y contribuye a que se hagan cargo también de solucionarlo.
- 6. Felicitar los logros. El progreso en la lucha contra la enuresis debe ser motivo de alegría expresada.
- 7. Usar un dispositivo con alarma.Estos sensores de humedad se sujetan al pantalón del pijama y activan una alarma cuando el pis empapa el pañal. La alarma despierta al niño y este empieza a integrar la orden de que hay que levantarse al baño cuando se tiene que orinar. Funciona con la mitad de los menores que lo utilizan (el periodo de uso es de unas 12 semanas).