¿Es posible alimentar a un niño con leche materna mientras que se está embarazada de otro bebé? ¿Podrá seguir lactando el recién nacido después del parto? La respuesta en ambos casos es afirmativa. Amamantar durante el embarazo no representa ningún riesgo para la madre ni para la gestación, tal y como se recoge en este artículo, donde también se explican las ventajas para el nuevo bebé de la lactancia en tándem, la lactancia simultánea de dos pequeños después del alumbramiento.
Amamantar durante el embarazo
La recomendación profesional para todas las madres es que mantengan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y, hasta los dos años, la complementen con otros alimentos. Pero, ¿qué ocurre si en este intervalo la madre vuelve a quedarse embarazada? La respuesta de los profesionales es clara: «Una gestación normal no obliga al destete inmediato«. Así lo recoge el manual ‘Lactancia Materna: Guía para profesionales’, de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Aunque no es extraño que una madre que amamanta durante la gestación reciba consejos instándole a destetar al niño, «dar el pecho mientras se está embarazada es perfectamente posible», afirma Pilar Martínez, autora del libro electrónico ‘Los cinco pasos para tener éxito en tu lactancia materna’. «Esta práctica no representa ningún problema para el feto, ni riesgo para el embarazo», señala esta especialista en lactancia.
Se recomienda dejar de dar el pecho durante el embarazo cuando hay riesgo de parto prematuro
En este sentido, el manual de la AEP especifica que, aunque en teoría la succión podría provocar contracciones, «no se ha publicado ningún caso de aborto o parto prematuro provocado por la lactancia durante el embarazo». Sí recomienda, sin embargo, dejar de dar el pecho en caso de que la madre sufra amenaza de alumbramiento prematuro.
Lactancia en tándem
Una vez que el nuevo bebé ha nacido, el hermano mayor también puede continuar su alimentación con leche materna. Es lo que se conoce como lactancia en tándem o lactancia simultánea de dos niños de distinta edad.
Una de las mayores preocupaciones en estos casos de lactancia compartida es que el recién nacido no se beneficie de las propiedades nutritivas e inmunizadoras del calostro (la primera leche que se produce entre los dos y cinco primeros días después del parto), porque la lactancia de su hermano impida que se produzca.
Una vez que el nuevo bebé ha nacido, el hermano mayor también puede continuar su alimentación con leche materna
Un estudio del departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, promovido por el grupo Alba de lactancia materna, confirma que esto no debe preocupar a los padres. Tras comparar muestras de leche materna, el análisis verifica que no existen diferencias significativas entre el calostro de madres que amamantaron durante la lactancia y las que no lo hicieron. Su valor nutricional e inmunológico es idéntico en ambos casos. Lo importante, por tanto, es asegurarse de que el recién nacido tenga prioridad, aunque los dos hermanos se pueden beneficiar de las propiedades únicas del calostro.
Ventajas para el recién nacido de la lactancia simultánea
La lactancia en tándem, lejos de representar un riesgo o perjuicio para el bebé recién nacido, implica una serie de ventajas para el pequeño. Estas son las más destacadas:
Más peso. Las investigaciones apuntan que los recién nacidos que lactan en tándem pierden menos peso al nacer. Tras el alumbramiento, además, también lo recuperan de forma más rápida: ganan un 21% más de peso que el que ganó su hermano en el primer mes de vida. Esto es gracias a que cuentan con la ayuda del hermano para estimular la producción de leche.
Inmunización del hermano mayor y protección del bebé. Es frecuente que los hermanos mayores contagien sus enfermedades a los bebés. En este sentido, la lactancia en tándem es favorable para ambos. El hermano mayor, al beneficiarse de nuevo de las propiedades inmunizadoras del calostro, se hace más resistente a contraer enfermedades; y el bebé, al enfermar menos su hermano, está más protegido del contagio.
Mejor relación. La lactancia en tándem ayuda a crear un vínculo más fuerte entre los hermanos, facilita la adaptación del uno al otro y suaviza los problemas de celos que se puedan producir con la llegada del nuevo hermanito.
A pesar de la intención de la madre embarazada de continuar alimentando a su hijo con leche materna, es frecuente que muchos bebés se desteten de forma espontánea durante la gestación. El estudio del departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid indica que esto se produce en el 62% de los casos, sobre todo en dos momentos significativos: entre el tercer y el cuatro mes (porque disminuye la producción de leche) y entre el quinto y sexto mes, porque la leche cambia de sabor.
En otros casos, el destete se produce después del parto, cuando la madre experimenta dificultades para mantener la lactancia en tándem. Pueden aparecer sentimientos contradictorios y no es extraño que se sienta incómoda con la demanda de su hijo mayor. Para evitar esto, señala Pilar Martínez, es importante contar con información completa y adecuada sobre la lactancia simultánea. Un buen punto de partida es acudir a un grupo de ayuda a la lactancia.