De animales, flores, tribales o de personajes de dibujos. Con relieve, purpurina, luminiscentes y de todas las formas y tamaños posibles. Las calcomanías infantiles son tan variadas como divertidas. Poco tienen que envidiar a los tatuajes para adultos salvo que, a diferencia de éstos, son temporales. Precisamente esta característica las convierte en nocivas para las pieles de los niños. Un estudio de la Universidad de Granada concluye que los tatuajes adhesivos pueden causar daños en la barrera epidérmica, que serán significativos si el pequeño ya tiene la piel afectada por enfermedades como dermatitis atópica o psoriasis. Y otros, los tatuajes realizados con henna negra, tan populares en los mercadillos y en las playas, también dan problemas. De hecho, están absolutamente prohibidos en los niños. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advierte del alto riesgo de sufrir graves reacciones alérgicas por su uso. A continuación, abordamos ambos casos.
Las pieles infantiles no son iguales que las de los adultos. Si bien el grosor de la epidermis y la composición lipídica en los niños y en los bebés no varían significativamente, sí que existen diferencias en cuanto al desarrollo tanto de la epidermis como de la dermis. La resistencia y tolerancia de las pieles infantiles hacen que sean más delicadas, lo que se traduce en una mayor posibilidad de irritación o infección en caso de ser sometidas a agresiones externas.
Las calcomanías pueden dañar la barrera epidérmica
Las calcomanías son un tipo de tatuaje removible muy popular entre los niños. Apenas ninguno se resiste a lucirlas sobre su piel, sobre todo cuando llega el buen tiempo. Pero a veces su uso puede traer complicaciones. Según un estudio realizado por la Universidad de Granada (UGR), publicado en el Journal of Clinical Medicine, las calcomanías pueden alterar la función de la barrera epidérmica protectora de la piel. Por eso, los científicos recomiendan a los padres tomar ciertas precauciones a la hora de utilizar estos divertidos y atractivos tatuajes adhesivos.
El estudio analizó los efectos dermatológicos de los tatuajes permanentes —realizados con agujas sobre la piel— y de los tatuajes temporales adhesivos. Las conclusiones fueron claras: las calcomanías eran más perjudiciales. Para José Pablo Serrano, investigador del estudio, “los resultados muestran cómo en la piel con tatuajes adhesivos, en comparación con controles de piel no tatuada, se presentó menor temperatura, menos hidratación del estrato corneo y peor capacidad antioxidante total”.
Las pieles con calcomanías exhibieron niveles mayores de pérdida transepidérmica de agua que las no tatuadas, lo que puede indicar, según los expertos, la existencia de cierto grado de daño en la barrera epidérmica, que es la que actúa como defensa del órgano. Por el contrario, los tatuajes permanentes —mayoritarios entre la población adulta— no provocan efectos cutáneos adversos: de hecho, el comportamiento de la piel tatuada es el mismo que la que no ha sido sometida a este proceso.
Las conclusiones de este estudio han añadido un componente novedoso a la literatura científica. Hasta este momento la mayor parte de las reacciones adversas en la piel estaban relacionadas con los tatuajes permanentes y no con los temporales. “El proceso de tatuarse es traumático y capaz de provocar reacciones adversas cutáneas, casi todas de carácter infeccioso, granulomatoso o alérgico”, aclara el responsable del estudio de la UGR.
Tatuajes temporales: la composición de las tintas
Los investigadores de la Universidad de Granada también valoraron cómo afectaban a la piel la composición de las diferentes tintas utilizadas en los tatuajes no permanentes. Los fabricantes usan distintos colorantes para su producción, pero no suelen proporcionar información detallada sobre la composición de estas tinturas. Los científicos encontraron sustancias potencialmente nocivas en estos pigmentos, como aminas aromáticas, metales pesados y sustancias adhesivas. Estos componentes podrían ser los causantes de varios de los efectos secundarios de las calcomanías, como la irritación de la piel.
➡️ Para retirar una calcomanía lo mejor es utilizar crema hidratante fría o un aceite para bebé. Productos como quitaesmaltes o desmaquilladores están absolutamente contraindicados si el niño es muy pequeño, ya que resultan altamente agresivos.
Tatuajes de henna negra, ¡prohibidos!
Los tatuajes realizados con henna negra también pueden provocan un gran número de efectos secundarios adversos en la piel. Según advierte la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), existe un riesgo muy elevado de sufrir reacciones alérgicas cutáneas graves y de experimentar sensibilización permanente si se realizan estos grabados temporales. Los niños son especialmente tendentes a padecer estas consecuencias, según documenta una publicación médica de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
La henna negra se obtiene mezclando henna natural —procedente de las flores y hojas de un arbusto— con otros colorantes, como la parafenilendiamina o PPD. Esta sustancia, habitual en los tintes capilares permanentes y semipermanentes, nunca debe utilizarse directamente sobre la piel, ya que puede desencadenar reacciones alérgicas graves. Tal y como indican desde la AEMPS, “los usuarios pueden quedar permanentemente sensibilizados, de forma que futuros contactos con esta sustancia pueden desencadenar un cuadro de dermatitis alérgica de contacto”.
Las reacciones alérgicas pueden aparecer hasta varias semanas después de haber realizado el tatuaje. Las más habituales son el enrojecimiento de la zona, ampollas, lesiones supurantes, pérdida de pigmentación e incluso cicatrices o decoloración permanente en la piel.