¿Me puedo bañar con la regla?
La educación menstrual en España todavía hoy en día es deficiente. Lo dice un estudio reciente realizado por un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este desconocimiento constituye un buen caldo de cultivo para perpetuar mitos sobre la regla, que también han oído nuestras niñas y adolescentes, como el de que “no es posible bañarse con la menstruación”.
De ahí la importancia de hablar cuanto antes con nuestras hijas (e hijos) de la regla para aclarar todas sus dudas. Porque, por supuesto que una mujer se puede bañar durante el periodo. En los días de la menstruación, la higiene debe ser la habitual, incluso mayor, y meterse en el agua del mar y la piscina tampoco debe constituir un problema, si se usa una protección higiénica adecuada.
Y es que otro de los mitos sobre la regla más comunes es que “bañarse corta la menstruación”. Y por unos minutos pudiera parecer que sí se detiene, pero no. La presión que ejerce el agua sobre la vagina cuando te sumerges en la piscina, el mar, el río… puede obstaculizar que el flujo menstrual salga al exterior durante un tiempo. Y, además, ante la temperatura del agua, el útero se dilata o contrae: la fría tiene un efecto vasoconstrictor (contracción de los vasos sanguíneos), por lo que puede reducir la cantidad de flujo, mientras que, si está caliente, es vasodilatador, lo que significa que la sangre fluirá con mayor cantidad y menos dolor.
Productos para bañarte si tienes la regla
Por eso, mientras una chica con la regla está en el agua, deberá utilizar un método para absorber o recoger la sangre con dispositivos como estos:
- Tampón. Este producto higiénico consta de un pequeño cilindro compuesto por fibras blandas y absorbentes de origen vegetal (algodón o viscosa) envueltas en una lámina de polipropileno y un cordón para retirarlo. Se inserta dentro de la vagina para absorber la sangre y se debe cambiar cada cuatro horas. Es un método seguro, pero entre sus inconvenientes destaca que existe el riesgo de sufrir el síndrome de shock tóxico (SST).
- Copa menstrual. Este recipiente de silicona hipoalergénica se introduce y adapta dentro de la vagina, como si fuera un tampón. No absorbe el flujo, sino que lo recoge, y se debe vaciar cada 12 horas. Se puede reutilizar unos 10 años. Ventajas e inconvenientes de la copa menstrual.
- Disco menstrual. Es como la copa (de silicona hipoalergénica y con cambios cada ocho horas), pero con un diseño más plano, en forma de disco, que se introduce por la vagina hasta colocarse justo debajo del cérvix. Dura unos dos años.
Según el estudio ‘Higiene Íntima femenina en verano: cuidados y métodos de protección’ realizado en 2019 por Intimina, para casi cuatro de cada 10 españolas no es ningún problema tener la regla cuando van a lugares acuáticos. De ellas, un 63 % usa tampones para meterse en el agua y un 14 %, la copa menstrual.
👙 Bikinis menstruales, idóneos para niñas y adolescentes
Sin embargo, el 63 % de las mujeres de nuestro país evita bañarse en la playa o la piscina si tiene la regla, alegando que les parece incómodo (38 %) o porque tienen mucho flujo ese día (25 %). En el caso de las niñas y adolescentes, en plena pubertad, esta situación puede resultar aún más estresante, y no solo por el miedo a fugas o manchas en el bañador o la toalla.
“Muchas de las niñas y adolescentes que asisten a mis talleres de educación sexual y menstrual no están preparadas para usar tampones ni copas menstruales. Ellas necesitan conocer su cuerpo (genitales y vagina) y necesitan tiempo y confianza para decidir el dispositivo necesario para cada día del ciclo”, confiesa Mónica Mallafré, fisioterapeuta especializada en uroginecología y monitora de educación sexual y menstrual en Dexeus Mujer.
Por eso, según comenta la especialista, para este colectivo especialmente y “para las personas que no conocen sus genitales y/o que no están preparadas para introducir ningún dispositivo dentro de su vagina, sin importar la edad”, la opción más apropiada para poder bañarse con la regla es usar el último de los productos lanzado específicamente para ello: los bikinis menstruales.
Cómo son los bañadores menstruales
Los bikinis menstruales son la versión acuática de la braga menstrual, una ropa interior que ayuda a tener una menstruación más sostenible. Está fabricada con un tejido técnico especial antibacteriano, transpirable y que absorbe el flujo menstrual, con el fin de que no sea necesario llevar nada más cuando se tiene la regla. Es reutilizable y soporta unos 60 lavados sin lejía ni suavizante, por lo que dura unos dos años.
En el caso de la ropa de baño, ya sea bikini menstrual o bañador menstrual, está hecha también con materiales absorbentes, pero a la vez compatibles con el agua, por lo que evitan que la sangre de la regla traspase. Como sucede con las bragas menstruales, hay diferentes opciones en función de la absorción que se necesite (según la cantidad de flujo), todas ellas cómodas e higiénicas para poder nadar y participar en actividades acuáticas mientras se tiene el periodo.
¿Cómo funcionan estos bañadores? Estos trajes de baño están confeccionados en su parte inferior con varias capas de tecnología antifugas y antibacteriana, que también evita el olor y la humedad. Como mínimo, una de ellas es transpirable, dejando pasar la sangre y manteniéndose seca; otra, de tejido muy absorbente, capta y retiene la sangre; y una impermeable evita que entre agua y que el flujo menstrual salga del bañador.
Ventajas de los bikinis menstruales
Los trajes de baño menstruales aportan los siguientes beneficios.
- Comodidad. Las capas son finas, por lo que es una prenda cómoda; un aspecto especialmente importante para quienes realizan deportes y todo tipo de actividades acuáticas tanto en verano como en el resto del año. Además, resulta muy fácil de usar, si se compara con otros métodos.
- Protección. Ofrecen protección los días de flujo medio y ligero, durante un periodo que los fabricantes fijan entre cuatro y ocho horas, aunque alguno sostiene que hasta 12 horas. Absorben el equivalente a uno o dos tampones (o compresas). Es, por tanto, adecuado para chicas con ciclos menstruales irregulares, muy propios de la adolescencia, y para proporcionar tranquilidad en un momento estresante a estas edades.
- Discreción. Además de tallas (existen para niñas desde los 10 años), hay tantos diseños, estilos y colores (no solo negro) que no se nota que son distintos a los convencionales. Esto ayuda a reducir la ansiedad o vergüenza que pueden sentir las adolescentes.
- Para todas las edades. Es idónea para mujeres de cualquier edad, incluso para madres recientes que aún están en la cuarentena. Estos bañadores “dan tiempo a las personas que no están preparadas para usar dispositivos menstruales intracavitarios”, recuerda Mónica Mallafré, quien también cree que, gracias a estos trajes de baño, habrá menos casos de vaginismo (en la actualidad, un 12 % de las mujeres lo sufren, según la Sociedad Española de Medicina General). “El vaginismo primario es un espasmo del primer tercio de la vagina que impide tener relaciones sexuales con penetración a las mujeres que lo padecen. Muchas veces, aparece después de que una mujer sienta dolor al intentar introducir un tampón o copa menstrual cuando todavía no está preparada”, comenta.
- Sostenible. Emplear estos bañadores una y otra vez ayuda a reducir el número de residuos que acarrea el uso de tampones para meterse en el agua, por lo que se contribuye a la defensa del medio ambiente.
Inconvenientes de los trajes de baño menstruales
- No para flujos abundantes. Los fabricantes recomiendan que para reglas abundantes estos bañadores se utilicen con protección adicional para una mayor seguridad.
- Tardan más en secar. Como tienen más capas, estos bikinis tardan más tiempo en secarse. Hay que recordar que llevar mucho tiempo el traje de baño mojado no es recomendable en situaciones normales, por riesgo de infecciones vaginales por hongos.
- ¿Económico? Depende. En el mercado, cuestan de media sobre los 30 euros, si bien puedes encontrarlos desde tan solo 9 euros para flujos ligeros. Para las mujeres adultas esta inversión que puede resultar a largo plazo más económica que la compra de productos desechables. En el caso de niñas y adolescentes, aún en crecimiento, dependerá del uso que hagan.
Cómo usar el bañador menstrual
Antes de decantarse en la compra de un bañador menstrual por una marca y modelo que se adapte más al cuerpo de la niña o adolescente, Mallafré recomienda fijarse en la etiqueta y comprobar la absorción, pues lo importante es elegir el bañador para la regla dependiendo del sangrado menstrual.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los fabricantes aconsejan utilizar los bikinis menstruales para los días de regla con un flujo que puede ser absorbido por uno o dos tampones. También, por supuesto, como complemento a otros métodos como copas menstruales o tampones, cuando el flujo es más abundante. Por tanto, para la primera vez, lo idóneo es que tu hija lo use en los días que tiene un menor flujo menstrual.
¿Hay que cambiarse el bikini menstrual después de bañarse? En principio, no hace falta, pero la fisioterapeuta especializada en uroginecología consultada recomienda que, tras su uso y por precaución, las chicas se cambien el bikini por otro bañador menstrual y lo depositen en una bolsita impermeable para su posterior lavado. Y es que, si una mujer es propensa a las infecciones urinarias y/o vaginales, no se aconseja estar demasiadas horas con el bañador mojado.
Cómo lavar el bikini menstrual
El mantenimiento del bañador menstrual es idéntico al de las bragas menstruales:
- Lávalo varias veces antes del primer uso.
- Déjalo en remojo en agua fría tras utilizarlo.
- Enjuágalo hasta que el agua salga clara.
- Lávalo como siempre: a mano (durará más tiempo) o en la lavadora (en un programa de no más de 30 ºC y sin suavizante).
- Sécalo al aire, nunca en la secadora.