¿Es aceptable castigar con dejar sin paga?
La sola idea de “castigo” ya genera habitualmente discrepancias entre los distintos modelos de crianza. No podía ser menos en el caso de la paga.
“No hacer los deberes o suspender algún examen no está relacionado con la gestión del dinero, sino que pertenece a la esfera académica. Por lo tanto, dejar sin paga a un niño o niña por motivos académicos no tiene relación con su educación financiera, así que no deberíamos hacerlo si queremos ser coherentes con este razonamiento”, defiende Sara Vicent, experta en educación financiera para familias.
Para la investigadora Francis Blasco, vicedecana de la Facultad de Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en el caso de que se le exija al niño la realización de unas tareas a cambio de la paga, retirar esta sí sería una estrategia aceptable si el niño reiteradamente (“no una vez, siempre hay que darles una segunda y una tercera oportunidad”) no cumple con su parte: “De lo contrario, no estaremos reforzando el objetivo de relacionar esfuerzo y paga”.
La psicóloga Mónica Rodríguez, por su parte, solo vería útil esta estrategia en el caso de que la paga haya sido gastada en cosas muy inadecuadas, como tabaco o alcohol. “En estos casos, dejar a los hijos e hijas sin paga puede ser una medida para recuperar la confianza”, asevera.
La importancia de aprender de los errores con la paga
“La equivocación y la ecuación prueba-error-nuevo ensayo es uno de los aspectos más interesantes para la formación del niño en aspectos financieros. Lo normal es que el niño se gaste al principio todo el dinero, porque no tiene el concepto de ahorro, pero de ese error aprenderá para la siguiente vez”, afirma Francis Blasco.
Todas las expertas consultadas coinciden en la importancia de dejar a los niños y las niñas equivocarse. “En este sentido va muy bien la figura del progenitor que ve que el niño se va a caer y piensa desde la calma que ya lo recogerá y le explicará que, la siguiente vez, para no caerse, es mejor que no vaya por el bordillo”, añade por su parte la psicóloga Mónica Rodríguez, quien anima a los padres a no hacer recriminaciones a los hijos: “Los juicios no ayudan a alguien que está en pleno aprendizaje”.
Eso sí, todas destacan la importancia de no cambiar las reglas del juego. “No vale que, para no escuchar la rabieta, le demos más dinero. Si tu hijo se ha gastado todo en un día y no puede comprar chuches o salir con los amigos porque no tiene dinero, tendrá que esperar a la próxima semana. Aunque cueste, debemos mantenernos firmes”, afirma Amalia Guerrero, experta en economía familiar.