Colesterol en infancia y adolescencia: qué hacer para bajarlo y cómo prevenir

Para controlar los niveles de colesterol en edades tempranas, los expertos sostienen que es fundamental llevar una alimentación saludable y practicar actividad física ligera a diario
Por María Huidobro González 7 de noviembre de 2024
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El exceso de peso está detrás de muchos casos en nuestro país de menores con enfermedades tradicionalmente de adultos, como hipertensión o diabetes tipo 2, tal y como abordamos en nuestro monográfico sobre obesidad infantil. Otro de los problemas típicos de las personas de mayor edad es tener el colesterol alto. Y sí, también el sobrepeso está entre las causas de esta condición en el caso de niños, niñas y adolescentes. A continuación, vemos cuáles son los valores normales de estos lípidos en sangre en menores, los factores de riesgo de la hipercolesterolemia a estas edades, sus consecuencias, las pautas para bajar el colesterol y la forma de prevenirlo.

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Tener colesterol no es malo, sino imprescindible tanto en adultos, como en los menores. Entre las funciones de esta grasa que fabrica el hígado destacan que ayuda a la síntesis de la vitamina D o a la de las hormonas sexuales y de aquellas relacionadas con el estrés (cortisol).

El problema está en tener niveles altos de colesterol total en sangre (hipercolesterolemia) que resulta de la suma del colesterol LDL (el denominado “colesterol malo”), el colesterol HDL (colesterol bueno) y los triglicéridos. Y no es baladí: esta condición también sucede en dos de cada diez niños, niñas y adolescentes.

Qué pasa si un niño tiene el colesterol alto

Por lo general, como pasa con los mayores, tener el colesterol alto no presenta síntomas en los menores. Entonces, ¿no es peligroso el colesterol alto en niños? Tiene sus riesgos.

Si un niño o adolescente tiene demasiado colesterol LDL en la sangre, esta grasa se puede ir pegando en las paredes de las arterias a lo largo de los años, estrechándolas o incluso llegando a obstruirlas. Y si bien las enfermedades cardiovasculares asociadas al colesterol alto, como el infarto de miocardio o los accidentes cerebrovasculares (ictus), no se ven a estas edades, sí pueden surgir al principio de la vida adulta.

Como apunta un estudio reciente de científicos británicos y finlandeses publicado en ‘Atherosclerosis’, el colesterol elevado y la dislipemia en adolescentes pueden causar daño cardíaco estructural y funcional que empeora en la edad adulta. De hecho, aumentan el riesgo de muerte prematura a mediados de los 40 y de aterosclerosis subclínica (acumulación de placas en las arterias) a mediados de los 20.

Además no hay que olvidar que, como señalan los especialistas, la mitad de los menores con colesterol elevado continuarán teniéndolo alto al llegar a adultos.

Colesterol en menores: valores normales

Pero ¿cuánto es lo normal de colesterol en niños? Los niveles dependen del sexo, la edad y la etnia. Aun así, según comenta la Fundación Española del Corazón (FEC), los niveles de colesterol recomendados en la infancia son:

  • Colesterol total < 170 mg/dL.
  • Colesterol LDL (“malo”) < 110 mg/dL.
  • Triglicéridos < 150 mg/dL.
  • Colesterol HDL (“bueno”) > 35 mg/dL.

¿Cuándo un niño tiene el colesterol alto?

¿Y cuándo un menor tiene hipercolesterolemia? Como apuntan los pediatras, se consideran niveles en límites altos las siguientes cifras para niños y adolescentes:

  • un colesterol total de 170 a 199 mg/dl
  • o un colesterol LDL de 110 a 129 mg/dl.

Y ya se considera hipercolesterolemia:

  • cuando el colesterol total supera los 200 mg/dl
  • o el colesterol LDL pasa los 130 mg/dl.

Causas del colesterol en niños y adolescentes

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Imagen: Evgeniya Davydova

Tres factores influyen en el desarrollo de niveles altos de colesterol en la infancia y la adolescencia. Uno ya lo hemos comentado al principio: la obesidad. Pero también tiene mucho peso la herencia genética y la dieta.

➡️​ Dieta

Una alimentación rica en grasas saturadas —propios de los alimentos de origen animal y algunos aceites vegetales— y en ácidos grasos trans, que contienen los productos ultraprocesados, contribuye de forma significativa al aumento del colesterol “malo”. Además, un alto consumo de azúcares refinados eleva los niveles de triglicéridos, lo que agrava la situación lipídica.

➡️​ Obesidad

El exceso de peso puede desencadenar trastornos lipídicos, como el aumento de los niveles de colesterol total y de colesterol LDL. De hecho, la obesidad infantil está estrechamente relacionada con el colesterol alto en los peques. Pero es que, además, como revela un estudio reciente, el tiempo sedentario acumulado desde la infancia puede incrementar los niveles de colesterol en dos tercios (67 %) cuando se alcanza la veintena.

➡️​ Factores genéticos

Los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares o dislipemias pueden aumentar el riesgo de colesterol alto y enfermedad cardiovascular prematura. Existen enfermedades genéticas que producen niveles muy elevados de colesterol desde el nacimiento, como la hipercolesterolemia familiar (HF), o al final de la segunda década de vida, como sucede en la hiperlipemia combinada familiar (HFC).

➡️​ Otros

En el caso de los adolescentes, el tabaco no ayuda. Todo lo contrario: el monóxido de carbono que producen los cigarrillos sube el LDL y reduce el HDL.

Además, algunas enfermedades, como la diabetes, la enfermedad renal o problemas de tiroides pueden causar colesterol alto en niños y adolescentes.

Cómo se diagnostica el colesterol alto en la infancia y adolescencia

Un simple análisis de sangre mide los niveles de colesterol. Pero, hoy en día, no es una prueba que se realice de forma rutinaria a todos los niños, niñas y adolescentes. Y es que, como explican los especialistas, no sirve para identificar a quienes tienen más riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.

De ahí que sea el pediatra quien aconseje si es conveniente o no realizar el análisis de colesterol. ¿Y cuándo ocurre? Solo es recomendable hacerlo, si hay antecedentes de hipercolesterolemia, problemas cardiovasculares en la familia o enfermedades relacionadas con el aumento de colesterol, como hipertensión, obesidad o diabetes.

​✔️ Cribados

Sin embargo, ya hay voces que reclaman cribados más universales. En la prueba del talón podría incluirse la detección precoz de la hipercolesterolemia familiar (HF), como reclama la Fundación Hipercolesterolemia Familiar.

Además, como proponen los científicos del estudio británico-finlandés, podría implementarse un cribado universal de lípidos pediátricos, incluida la posible adopción de un ‘pasaporte de colesterol adolescente’, para ayudar a rastrear el aumento de los niveles de colesterol e iniciar un tratamiento preventivo oportuno en la población joven. O como recomienda aquí un grupo de trabajo de la American Heart Association y del American College of Cardiology en 2018: puede ser “razonable” hacer pruebas para detectar anomalías del colesterol entre los 9 y 11 años y nuevamente entre los 17 y 21 años.

Cómo bajar el colesterol alto en tus hijos

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Imagen: Gustavo Fring

Y es que la hipercolesterolemia puede disminuirse y las lesiones de aterosclerosis pueden desaparecer, si se afronta el problema desde sus inicios. ¿Cómo? Principalmente con la adopción de hábitos saludables: dieta sana, ejercicio físico y bajar de peso, si hay obesidad infantil. De hecho, como confirma una de las investigaciones citadas, a estas edades la práctica diaria de actividad física ligera (caminar, natación o ciclismo) puede revertir este problema de forma más eficaz (es hasta cinco veces más efectiva) que el ejercicio de modero a intenso.

¿Qué debe comer un niño con colesterol alto? Para mantener una dieta sana y así controlar los niveles de colesterol en edades tempranas, los expertos sostienen que es fundamental llevar una alimentación rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, baja en grasas saturadas y azúcares refinados.

También son importantes acudir a las revisiones médicas y seguir el tratamiento personalizado que, en el caso de hipercolesterolemia familiar, incluye medicamentos (estatinas).

Cómo prevenir el colesterol en los menores

Los hábitos cardiosaludables esenciales para prevenir el colesterol en los hijos son los siguientes:

  • consumir todos los días frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
  • reducir la ingesta de carne rica en grasas y sustituirla por carne magra.
  • incrementar el consumo de pescado, en especial pescado azul.
  • evitar embutidos, vísceras y ultraprocesados.
  • tomar lácteos y derivados semidesnatados y desnatados.
  • optar por formas de cocinado con pocas grasas como hervir, asar al horno, al vapor, a la plancha y a la brasa, en vez de fritos, precocinados o comida rápida, y usar aceite de oliva virgen extra.
  • disminuir el consumo de bebidas azucaradas y sal.
  • practicar ejercicio físico cada día, a poder ser actividades en familia.
  • limitar el tiempo ante las pantallas para evitar el sedentarismo.
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