Si las quemaduras son de tamaño reducido y solo han causado el enrojecimiento de la piel, basta con aplicar compresas de agua fría durante diez minutos y poner luego una crema hidratante normal. En cualquier otro caso, se debe consultar con el pediatra o acudir al hospital, especialmente si la quemadura es extensa o ha afectado la cara, las manos, los pies o la zona de los genitales.
Además, conviene tener presente que:
- Si se forman ampollas, es mejor procurar que no se rompan y esperar a que el médico decida la mejor forma de tratar cada caso.
- Nunca se deben utilizar ungüentos, pomadas, cremas, ni remedios caseros de ningún tipo.
- En quemaduras importantes, después de quitar la ropa que pueda sacarse fácilmente (no la que haya quedado adherida), hay que sumergir la zona en agua fría o ponerla bajo el grifo lo más pronto posible, y luego aplicar compresas empapadas con agua fría hasta que el niño sea visitado.
- Si se prende fuego la ropa del bebé, lo mejor es hacerle rodar sobre el suelo o envolverle con una manta para que las llamas se apaguen al faltarles oxígeno. Nunca se debe intentar quitársela antes de que esté completamente apagada, pues eso avivaría el fuego.
- Cuando la quemadura es muy extensa y grave, se recomienda envolver al niño con una sábana limpia, abrigarlo con una manta y salir urgentemente hacia el hospital, poniéndole compresas frías durante el traslado.
- En quemaduras causadas por sustancias químicas, es importante quitar la ropa y lavar la zona con abundante agua al menos durante veinte minutos. Luego, cubrirla con una gasa o una sábana limpia y acudir a urgencias, sin olvidarse de llevar el envase o la etiqueta del producto que la ha causado.
- Si el bebé se escalda la boca por un biberón demasiado caliente, se aconseja ponerle boca abajo para que expulse la leche, lavársela con agua fría y llevarle a urgencias.