El niño protesta. No quiere bañarse, no recoge sus juguetes, no quiere irse a dormir, se niega a hacer las tareas… ¿Se pueden evitar estos comportamientos? Para modificar las malas conductas infantiles los especialistas apuestan por el refuerzo positivo y recomiendan una técnica eficaz: la economía de fichas. Este artículo explica cómo elaborar una sencilla y divertida tabla de puntos para corregir los malos comportamientos de niños y niñas y detalla algunos recursos en Internet para confeccionarla.
¿Castigar o premiar para corregir una mala conducta infantil? Muchos padres optan por el castigo («si te portas mal, ocurrirá algo que no te gusta»). Esta técnica puede funcionar a corto plazo, pero no es tan eficaz para modificar un mal comportamiento repetido del niño.
El premio es más eficiente que el castigo para modificar la mala conducta de un niño
Si el objetivo es cambiar una conducta específica e instaurar un hábito concreto (hacer las tareas a tiempo, acostarse temprano, mantener la habitación ordenada, etc.), educadores y psicólogos como Frederic Skinner recomiendan recurrir al premio mejor que al castigo.
Para ello, construir una sencilla tabla de fichas, como la que proponen los psiquiatras Theodore Ayllon y Nathan Azrin, resulta de gran utilidad. Es lo que ellos denominan la economía de fichas, un método divertido y simple que permite corregir el mal comportamiento de un niño a través del refuerzo positivo. A continuación se explica, paso a paso, cómo elaborar esta tabla de puntos.
1. Diseñar la tabla de puntos para el niño
Sobre una cartulina se dibuja la tabla con el formato deseado. Con ayuda de una regla, se estructura en columnas, para señalar los días de la semana, y filas, donde hay que anotar las conductas que se quieren reforzar.
Es importante colocar la tabla en un lugar visible, para que el niño pueda comprobar su evolución y ver cuántos puntos acumula en cada momento.
Con los más pequeños es mejor elegir una única conducta que modificar
Con los más pequeños es mejor elegir un formato más sencillo, con una única conducta para modificar. Es conveniente, también, utilizar imágenes para representar las ideas. Así el niño será capaz de interpretar la tabla sin ayuda de un adulto.
Para marcar los puntos que se obtienen se pueden utilizar pegatinas de colores o chinchetas. Con los de corta edad es mejor usar puntos más simbólicos que entiendan bien. Una idea es dibujar en la tabla caritas sonrientes o tristes en función del comportamiento.
2. Pequeños retos para comenzar la tabla de conducta
Las conductas que se quieren reforzar o eliminar deben estar bien definidas y ser fáciles de entender por los niños. Es mejor ponerles pequeños retos, como «guardar los juguetes en su sitio», que apostar por conceptos más amplios, como «dejar el cuarto recogido».
Hay que dejar claro siempre qué es lo que se desea que el niño haga («ducharse solo») y no lo que se intenta que deje de hacer («no protestar cuando hay que bañarse»).
Es conveniente comenzar con las conductas que sean más fáciles de resolver, para lograr que los pequeños se motiven.
3. Elegir los premios del niño
Los puntos o fichas que el niño obtiene por comportarse de forma adecuada son intercambiables por una serie de premios que se tienen que definir con antelación.
No es mala idea seleccionarlos con ellos, elaborar una lista con las cosas que más les gustan y establecer de forma conjunta cuántos puntos corresponde a cada recompensa.
No es preciso que sean solo regalos materiales. Los puntos pueden canjearse también por actividades de interés para ellos, como ir al cine o pasear en bicicleta.
4. Lograr que el niño comprenda la tabla
El niño debe comprender muy bien, y desde el primer momento, cómo funciona la tabla. Por eso, otro consejo útil es diseñar una tabla adicional con el número de puntos que obtendrá cada vez que repita una conducta (hacer la tarea a tiempo tres puntos; bañarse solo, dos puntos). Esta información debe acompañarse con su correspondiente recompensa (dos fichas, media hora de televisión; diez fichas, una visita al zoo).
Cuando se consigue que la conducta positiva se transforme en un hábito, la tabla debe desaparecer y sustituirse por el elogio y el reconocimiento de las cosas bien hechas. Es el momento de elegir otras conductas y comenzar una nueva tabla.
Existen plantillas de tablas de puntos disponibles en la Red. Una de ellas es la que propone el blog Mientras aprendo me divierto.
También se puede personalizar la tabla gracias a un sencillo programa on line. Esta opción permite decorarla con dibujos infantiles.
En Internet también hay numerosos recursos para imprimir fichas y puntos simbólicos para las tablas, como los que ofrece el sitio web Stickers and charts.