Por mucho que les cuidemos e intentemos protegerles, los niños pequeños pueden hacerse daño con bastante facilidad. Un movimiento brusco, un error de cálculo, un descuido o, incluso, las propias uñas del bebé pueden ocasionar cortes y rasguños en su piel, que es muy delicada. Como te explicamos en este artículo, si le sucede esto a tu hijo, no pierdas la calma. Intenta valorar antes la gravedad de la herida. Y ten en cuenta que, antes de acudir al pediatra, siempre conviene explorar e higienizar la zona.
Cómo curar heridas y rasguños
✅ Tratar una herida superficial
La mayoría de los pequeños cortes y rasguños o arañazos que aparecen en la piel del bebé se pueden tratar en casa, ya que suelen ser heridas superficiales. ¿Cómo hay que proceder con una herida? Puedes seguir las siguientes pautas:
- Si la herida está sucia, se debe lavarla primero bajo el agua fría del grifo.
- Hay que cubrirla, evitando usar algodón porque sus fibras podrán pegarse a ella.
- Si los bordes están juntos, basta con poner un antiséptico y cubrirla con una gasa estéril, repitiendo la cura a diario hasta que se forme costra. Si no está en una zona de roce, puede dejarse al aire.
- La herida debe mantenerse siempre seca.
¡Importante! El enrojecimiento, la hinchazón, el aumento de temperatura en la zona o la aparición de pus son signos de infección.
✅ Curar una herida que sangra
Si la herida sangra, porque, por ejemplo, el bebé se corta un dedo o le sangra una herida del brazo o la pierna, es recomendable:
- elevar la zona lesionada (si es posible).
- hacer presión sobre ella con gasas o con una bolsa de congelados, o hielo envuelta en una toalla durante dos minutos o hasta que cese la hemorragia.
👉 Si ves que han pasado 10 minutos y la sangre sigue saliendo, lo mejor es ir a urgencias para que lo miren, sin dejar de comprimir la herida.
👉 Si la hemorragia para, lava la herida con agua y jabón neutro y aclara después con agua muy fría.
👉 Si la herida es profunda o sus bordes quedan separados, puede ser preciso poner unos puntos de sutura o unas tiras especiales para aproximarlos; esto debe hacerse antes de que hayan transcurrido seis horas y hayan empezado a cicatrizar.
✅ Tratar heridas en el labio o la boca
Si los cortes o rasguños aparecen en la boca o el labio, lo que puedes hacer para detener el sangrado es envolver hielo en un trapo y ponerlo sobre la zona.
Si crees que se ha podido partir el frenillo, limpia bien la boca para ver cómo lo tiene. Basta presionar la herida con una gasa empapada en suero.
Si una herida del labio supera los tres milímetros o si la sangre no para en varios minutos, es mejor que te acerques con tu bebé a las urgencias más cercanas.
✅ Curar heridas por pinchazos
Los pinchazos profundos pueden causar una lesión interna. Por ello, conviene acudir al pediatra para que lo valore.
✅ ¿Y las heridas por una caída?
Si más que un corte limpio parece una erosión y no se sabe cómo se ha producido, debe valorarse la posibilidad de que se deba a una caída. Como las caídas pueden ser peligrosas, según señala la Asociación Española de Pediatría (AEP), en este caso es mejor también consultar con un profesional lo antes posible.
¿Cuándo avisar al médico?
Siempre hay que ir al pediatra o a urgencias si las heridas son grandes. Además, también conviene avisar al médico si:
- la herida está en la cara o el cuello.
- no deja de sangrar tras cinco minutos presionando. También si vuelve a sangrar.
- hay algo clavado o dentro de la herida.
- es muy grande y no sabes si necesitará puntos.
- está hinchada o caliente.