Cuándo se encaja el bebé
A partir de la semana 28 de embarazo, el bebé comienza a prepararse para su salida al mundo exterior. ¿Cómo? Va descendiendo hacia la parte inferior del abdomen de su madre y se coloca en posición cefálica, es decir, con su cabecita hacia abajo enfocada hacia el cuello del útero.
Por lo general, este movimiento, que se conoce con el nombre de encajamiento del bebé en el canal del parto, ocurre entre las semanas 29 y 32. En las mujeres que esperan su primer hijo, este acomodo se produce antes de la semana 33. En cambio, en el caso de las que ya se han estrenado con la maternidad, puede que esto no suceda hasta bien cercano el momento del parto, por ejemplo, unos días antes.
El bebé puede hacer este descendimiento con su espalda pegada al vientre de la gestante (presentación cefálica anterior) o mirándolo (cefálica posterior). Con ambas posturas, el peque ya está encajado, puesto que la parte más grande de su cabeza ha entrado a la pelvis materna, pero con la cefálica posterior, el tiempo del nacimiento podría alargarse, ya que su cabeza necesitará más espacio para pasar por el canal del parto.
¿Y por qué los bebés se dan la vuelta a estas alturas del embarazo? Es el momento. En unas semanas habrá crecido tanto que no tendrá espacio ni líquido amniótico suficiente en el útero para moverse bien y enfilar su cabeza hacia la salida. Además, así coloca sus piernas y nalgas en la parte más ancha del útero y está más cómodo.
Sin embargo, mientras que la mayoría de los bebés se dan la vuelta ahora y otros siguen haciendo en las siguientes semanas si tienen espacio, los hay que no lo hacen nunca. Vienen de nalgas (posición podálica). Y aunque el parto vaginal con éxito en este caso es posible, también hay muchas probabilidades de que tenga que ser por cesárea. De ahí que si para la semana 37 el niño no se ha encajado en la posición cefálica, los ginecólogos recomienden, además de andar y, por ejemplo, hacer ciertas posturas de yoga, realizar una maniobra especial en el hospital: versión cefálica externa.
Cómo saber si el bebé está encajado en el canal de parto
Para conocer la posición del bebé en el útero, hay tres maneras de verificarlo:
- Ecografía. Según el protocolo habitual de control del embarazo, a todas las gestantes se les realiza una ecografía en el tercer trimestre (32-36 semanas) que verifica la presentación del bebé, además de estimar su crecimiento, valorar su bienestar, evaluar la cantidad de líquido amniótico y localizar la placenta.
- Maniobras de Leopold. A partir de la semana 28 de embarazo, matronas y ginecólogos pueden realizar una exploración abdominal para determinar la estática fetal. Las denominadas maniobras de Leopold son cuatro técnicas de palpación para conocer la edad gestacional y la presentación, posición, situación y actitud del feto: fondo uterino, dorso fetal, maniobra del peloteo cefálico y presentación. En concreto, la tercera maniobra permite evaluar el grado de encajamiento del bebé.
- Técnicas como el mapeo del vientre (belly mapping). Además, de poder escuchar al bebé, en torno a la semana 32-34 del embarazo, es posible saber su posición del bebé. Como explican desde Spinnig Babies en este enlace, podrás constatar en qué lado está su espalda y si los movimientos que notas son de sus pies o sus manos.
Qué se siente cuando el bebé está en posición cefálica
El bebé ya está encajado, y pronto tendrás síntomas que te alertan de que falta menos para el parto. Pero aún queda tiempo. Por el momento, es importante sentir que el peque ha empezado a encajarse. ¿Y cómo sentirlo? Sufrirás cierto dolor pélvico en determinadas circunstancias o percibirás las pataditas del bebé en lugares distintos hasta ahora.
Además de los modos comentados, hay varias formas de saber si el bebé está encajado. La mujer notará ciertos síntomas:
- la barriga desciende, se ve más baja que antes, y se inclina hacia delante.
- menor presión sobre el diafragma y las costillas, por lo que siente que respira mejor.
- mayor presión en la vejiga, zona pélvica y zona perineal.
- tiene necesidad de orinar con más frecuencia.
- más molestias al andar.
- punzadas o calambres en la zona de las ingles.
- sensación de pérdida de equilibrio.
- pataditas del bebé se sienten en la parte superior de la barriga.