Tras el nacimiento del primer hijo, el presupuesto familiar destinado al equipamiento del bebé se lleva más de 2.000 euros en cunas, ropa, sábanas, pañales, etc. Pero, ¿son todos estos elementos imprescindibles para el pequeño? ¿Es posible ahorrar en los artículos del recién nacido? A continuación se analiza qué no puede faltar en el carrito de la compra de los padres primerizos para dormir, pasear, los viajes en coche y el baño del niño. También se detallan otros accesorios importantes, pero sustituibles.
El 37,4% de los gastos que deben afrontar las familias tras el nacimiento de su primer hijo se emplea a los artículos que forman parte del equipamiento básico del bebé: 2.300 euros para adquirir algunos accesorios infantiles, como la cuna, la bañera o el carrito de paseo. Pero, ¿hay que comprar todos estos objetos? ¿Cómo saber qué accesorios del recién nacido son necesarios y cuáles se pueden sustituir o eludir?
Lista de la compra de padres primerizos: la cuna
La cuna del bebé, sábanas y un colchón especial son artículos necesarios en la lista de compra de los padres primerizos
La cuna del bebé es el elemento principal de la habitación del niño hasta los dos o tres años de edad, que es cuando suele pasar a la cama. Hasta entonces, será el habitáculo más seguro para que duerma el pequeño.
Durante los primeros meses, algunos padres optan por acostar al bebé en una minicuna o en un moisés para que se sienta más recogido y seguro. Sin embargo, si se quiere escatimar en gastos, se puede prescindir de este elemento y sustituirlo por un adaptador o reductor de cuna, un complemento funcional y más económico.
Además de las sábanas necesarias para vestir la cuna, los padres también deben adquirir un colchón adecuado para el bebé. La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda elegir uno que sea plano y firme como medida preventiva del síndrome de muerte súbita. Es aconsejable, además, verificar que el colchón se adapte al perímetro de la cuna, así como colocar un protector en los barrotes, para impedir que el pequeño quede enganchado entre ellos.
¿Qué precisa mi bebé para pasear?
El carro de paseo del bebé es uno de los elementos que más quebraderos de cabeza da a los padres primerizos. La variedad de modelos disponibles en el mercado y el desconocimiento de su uso en la práctica dificultan la elección. Ante todo, la selección debe basarse en las necesidades de cada familia y las circunstancias que les acompañan, como tipo de vivienda o actividades habituales.
La mayoría de los modelos de carros de bebé se comercializan como un lote de dos o tres piezas. Los dúo incluyen silla y capazo, mientras que los trío cuentan, además, con una silla adicional, que servirá tanto para el carro como para el coche. El capazo tiene un uso aproximado de cuatro o cinco meses, mientras que la silla se podrá utilizar hasta casi los tres años. Por tanto, es aconsejable basar la elección, sobre todo, en las características de esta última.
Como complementos imprescindibles, será necesario contar con sábanas para vestir el capazo y una funda para la silla que proteja al bebé de las inclemencias del tiempo.
Bebés en el coche, ¿qué necesito?
Si no se adquiere de forma conjunta con el carrito del niño, los padres que conduzcan deben contar con una silla especial para transportar al pequeño en su vehículo. Estos sistemas de retención reducen en un 75% las muertes infantiles por accidente de coche y en un 90% las lesiones, tal como señala la Dirección General de Tráfico.
Durante el primer año, los bebés pueden transportarse en una silla llamada «de grupo cero» (de 0 a 10 kilos) o de grupo cero+ (hasta 13 kilos). Si se puede elegir, es recomendable optar por una silla del grupo cero+, porque su uso es más duradero. En todo caso, para los primeros meses se puede utilizar también un cojín reductor especial para que el niño se acople mejor a la silla del automóvil.
El baño del bebé, ¿qué accesorios son imprescindibles?
La AEP recomienda bañar al bebé al menos dos o tres veces por semana durante los primeros meses. Cuando aún es muy pequeño, se puede asearlo en el lavabo, pero más adelante, lo más seguro es bañarlo en un recipiente adaptado para tal fin. Los padres pueden elegir entre una bañera independiente (suele incorporar un cambiador) o una pequeña tina que se coloca encima o dentro de la bañera de adulto; en ambas resulta más fácil manejar al bebé mientras se le asea.
Otras opciones más económicas son las hamacas para el baño, que permiten que el niño repose seguro y que el adulto pueda utilizar sus manos para lavarlo con comodidad, o los barreños y cubos de baño, diseñados para mantener al pequeño en posición fetal durante el lavado.
Cuando el bebé se siente solo (alrededor de los seis o siete meses), se le puede meter en la bañera de la familia, con la ayuda de un asiento protector que lo tenga sujeto y evite posibles riesgos.
Cambiador del bebé. Un mueble para colocar los pañales al bebé o vestirle resulta muy cómodo, ya que permite realizar estas tareas a una altura adaptada al tamaño del adulto. Sin embargo, también se puede cambiar al pequeño en cualquier otra superficie blanda de la casa (cama o sofá), con un protector para evitar las posibles manchas.
Hamaca del recién nacido. Es un accesorio muy útil para colocar el niño cuando ya pueda mantenerse erguido. No obstante, se puede prescindir de ella, ya que la silla de paseo es una sustituta más que válida.