Internet es hoy una de las plataformas más activas para comercializar todo tipo de productos o servicios, incluida la leche materna. Distintos portales web ofrecen la posibilidad de comprar o vender este alimento para el lactante, aunque no con muchas garantías. En este artículo se explica por qué la leche materna que se vende en la Red no está controlada y los riesgos de la leche materna on line. También se especifica por qué los bancos de leche son la mejor opción.
Comprar y vender leche materna en Internet
Los portales de compraventa de leche materna funcionan en Internet, pero las asociaciones e instituciones sanitarias advierten de sus peligros
«Vendo leche materna saludable y nutritiva, desde la primera semana, incluido el calostro», «100 mililitros de leche materna, fresca o congelada, por tan solo cinco euros». Con reclamos como estos en Internet el negocio está servido. Como en cualquier otro portal de compraventa on line, el engranaje funciona según la ley de la oferta y la demanda: madres que tienen excedente de leche materna y quieren obtener un beneficio por ella y, por otro lado, padres y madres que necesitan este alimento para sus bebés y están dispuestos a pagar por él.
Aunque en España aún no existen plataformas para este tipo de transacciones económicas, en otros países, sitios como Only the breast (EE.UU.) o Muttermilch boerse (Alemania) sirven de punto de encuentro para la compraventa de leche materna en la Red.
Su argumento ante los detractores de esta práctica es simple: la leche materna es un alimento como otro cualquiera, y como tal se puede comerciar con él. Pero, ¿qué dicen los expertos de esta práctica?
El peligro de la compraventa de leche materna sin control
La leche materna que se comercializa en Internet puede implicar peligros para el bebé
Las asociaciones sanitarias, sin embargo, no han tardado en alertar sobre el riesgo para la salud que implica la comercialización en Internet de leche materna sin ningún tipo de control. «El creciente deseo de proporcionar leche materna en lugar de leche artificial no debe prevalecer sobre los riesgos que pueden derivarse de una práctica incontrolada», señala la Asociación Española de Bancos de Leche Humana en un reciente comunicado.
El peligro puede derivar de la ausencia de control de la salud de la madre pero también sobre el proceso de manipulación y almacenaje de la leche. La leche materna de los bancos, sin embargo, «se somete a un minucioso proceso para garantizar su calidad antes de llegar al niño que la necesita», explica Antoni Gayá, presidente de esta entidad.
Riesgos de la leche materna on line
Enfermedades infecciosas y presencia de medicamentos nocivos o bacterias son algunos de los «peligros a los que se pueden enfrentar los bebés a los que se le suministre leche materna que no ha sido sometida a los controles necesarios», concluye un equipo de investigación estadounidense del hospital infantil Nationwide en un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Pediatrics.
Los investigadores adquirieron más de 100 muestras de leche a través de la Red y la compararon con otras procedentes de bancos de leche. Los resultados son esclarecedores:
Casi el 20% de las muestras se enviaron sin ningún sistema de refrigeración, de modo que la temperatura de la leche no cumplía las recomendaciones de los especialistas para su conservación.
Más del 70% de las muestras registraban presencia de bacterias, en el 17% de los casos asociadas a distintas enfermedades.
En el 3% de las muestras de leche adquiridas on line se detectó contaminación con Salmonella.
La Asociación Española de Bancos de Leche Humana advierte del riesgo de suministrar leche materna en estas condiciones a los bebés, “especialmente cuando se trata de prematuros o lactantes con problemas de salud añadidos”. En estos casos, lo más recomendable es acudir a los bancos de leche materna, donde se recoge leche de madres que la donan de forma altruista para los niños que la necesitan.
Gayá recuerda que la leche de los bancos proviene de mujeres que han sido sometidas a una revisión exhaustiva, incluida una analítica para descartar posibles infecciones.
Asimismo, en los bancos se toman muestras para “verificar que la leche se encuentra en perfecto estado y se procede a su pasteurización“, un paso indicado para eliminar los posibles agentes infecciosos o virus de la leche.