En España hay más de 1,7 millones de hogares monoparentales, el 82% encabezados por una mujer. Más de la mitad debe vivir con menos de 600 euros mensuales y se encuentra en riesgo de pobreza, lo que ocasiona que los derechos de muchos niños se vean vulnerados. Este artículo se refiere a las dificultades de criar a los hijos con poco dinero, a la cuestión de género implicada en este tema -lo que lleva a los expertos a hablar de “monomarentalidad”- y a las dificultades laborales que padecen estas madres. Además, enumera algunas propuestas para tratar de revertir el problema.
Criar a los niños con poco dinero
Más de la mitad de las mujeres que encabezan una familia monoparental en España están excluidas del mercado laboral, o trabajan en condiciones de precariedad, y deben sacar adelante a su familia con menos de 600 euros al mes. En concreto, el 56% de las madres en esta situación debe organizarse con un presupuesto inferior. De esas mujeres, el 45% está en el paro y el 65% son desempleadas de larga duración (es decir, han estado inscritas como demandantes de trabajo en al menos 12 de los últimos 18 meses). Apenas el 16% de las mujeres que forman parte de este colectivo percibe más de 1.000 euros mensuales. Estos datos revelan las grandes dificultades que las mujeres deben superar en la actualidad para criar a sus hijos.
Estas cifras proceden del último informe ‘Mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y empleo‘, elaborado en 2015 por la Fundación Adecco. Y coinciden en sus conclusiones con la encuesta de condiciones de vida, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, de 2014, según la cual el 53,3% de los hogares monoparentales se encuentra en situación de pobreza.
Monomarentalidad, mujeres solas a cargo de sus hijos
En las familias formadas por un solo adulto y sus hijos, «la pobreza y la exclusión social impactan significativamente más que en el resto». Así lo detalla el informe ‘Más solas que nunca‘ (subtitulado ‘La pobreza infantil en familias monomarentales’), publicado por la ONG Save the Children en julio de 2015.
En España, hay 1.754.700 hogares compuestos por un adulto con al menos un hijo a cargo. En la gran mayoría (el 82%), esa persona es una mujer. «Este hecho -señala el informe- hace imprescindible abordar esta situación con un enfoque de género que permita una mejor identificación de los factores de exclusión». Por eso, para contribuir a hacer visible esta realidad, en los últimos años se ha impuesto el término «monomarentalidad».
El documento de Save the Children incluye datos alarmantes: la mitad de las mujeres en esta coyuntura tienen problemas relacionados con la vivienda (riesgos de desahucio, impagos, deudas hipotecarias, etc.); más de una cuarta parte ha dejado de comprar medicinas o de seguir tratamientos o dietas debido a problemas económicos; y a cuatro de cada diez no les alcanza el dinero para solventar los gastos de la casa, ya que ni siquiera pueden mantener el hogar a una temperatura adecuada.
Dificultades laborales, una realidad para las madres solas
Ya en 2012, un estudio acerca de familias conformadas por un solo adulto y al menos un niño a su cargo, publicado por el Ministerio de Sanidad, alertaba sobre estas cuestiones. Afirmaba que las personas encargadas «tienen dificultades laborales» y que «su salario medio es muy inferior al del conjunto de adultos a cargo de un hogar». Además, «no suelen supervisar el trabajo de otras personas y frecuentemente disponen de contratos temporales», apuntaba.
El mismo texto señalaba que esos adultos a cargo «tienen necesidades especiales de conciliación de la vida laboral y familiar, teniendo que recurrir en mayor medida que el conjunto de la población adulta española a familiares y amigos/as o profesionales remunerados/as para el cuidado de los menores». Y también ponía énfasis en el hecho de que estas personas «experimentan mayores problemas de salud, sobre todo en edades tempranas».
Como explican desde Save the Children, «el cuidado de los hijos y la falta de medidas de conciliación resultan determinantes a la hora de no optar a trabajos con mayores jornadas». Este es el principal motivo de que sus ingresos sean menores y que, en muchas ocasiones, sean «trabajadoras empobrecidas».
Save the Children enumera en su web cuatro propuestas -que son a su vez “reclamaciones”– para revertir, en parte, esta situación. Son las siguientes:
- 1. Ampliación de la deducción por maternidad para madres solas en riesgo de exclusión social con hijos menores de 3 años. La solicitud implica que esto se realice sin tener en cuenta si la madre tiene trabajo remunerado, ni un posible incremento de la prestación económica por niño a cargo o menor acogido.
- 2. Protección a los pequeños frente a desahucios y desalojos por ley. Para la ONG, estas familias deberían considerarse colectivos beneficiarios de ayuda al alquiler y tener prioridad en el acceso a viviendas protegidas.
- 3. Establecimiento de una prestación por maternidad no contributiva para madres en activo sin recursos que no hayan trabajado nunca.
- 4. Ampliación del permiso de maternidad hasta un año para cabezas de familias “monomarentales”, con retribución salarial completa durante todo ese tiempo.
La aplicación de estas medidas no solucionaría el problema, pero sería una enorme ayuda para todas estas mujeres que, como afirma el documento, “pasan inadvertidas a los ojos de todos, excepto a los de sus hijos”.