¿Por qué todos quieren tocar las barrigas de las embarazadas? Durante la gestación, es frecuente que familiares, amigos o conocidos, e incluso desconocidos, no puedan contener el deseo irrefrenable de colocar sus manos sobre el vientre de la futura madre, con permiso o sin él. Aunque a muchas mujeres no les molesta este gesto, a otras les disgusta y lo consideran una clara invasión de su intimidad. En este artículo se explican cuatro formas divertidas para evitar los toqueteos indeseados en la panza durante el embarazo: la fórmula directa, el ojo por ojo, la barrera protectora y hasta las camisetas con mensaje.
¿Te gusta que te toquen la barriga?
Las barrigas de las embarazadas albergan, además de un bebé, un poderoso imán que atrae a las manos de las personas que las rodean. Ya sea de conocidos o desconocidos, raro es el día en que una gestante no siente cómo unas manos ajenas se posan sobre su tripa en un intento de compartir con ella la intimidad de su embarazo. Pero, ¿les agrada a las futuras madres este gesto?
Según una encuesta realizada entre más de 38.000 mujeres en España, al 37% de las gestantes no les molesta. De hecho, «les hace sentir especial». Sin embargo, según esta misma encuesta, el malestar es mayor o menor en función de quién toque la barriga. Un 50% de las mujeres declara que sí les molesta si es alguien desconocido y al 11% les desagrada en el caso de que sea un hombre quien posa las manos en su vientre.
Evitar el «manoseo» es difícil, sobre todo porque muchas veces se produce sin preaviso. Aunque en algunos lugares, como en Pennsylvania (Estados Unidos), se ha llegado a decretar una normativa que declara ilegal el hecho de tocar la barriga de una embarazada, no es necesario llegar tan lejos. Con algunas estrategias y trucos, las gestantes a quienes les incomoda que invadan su tripa pueden lograr refrenar el impulso ajeno.
1. ¡No me toques la tripa! La fórmula directa
¿Por qué dejan estas mujeres que toquen sus barrigas? «El problema es que te quedas sin capacidad de reacción», señala Isabel Cuesta, autora del blog Una madre molona. «En el momento te quedas helada, petrificada, vamos, que te dejas».
Para evitar este bloqueo, explican los expertos, lo más aconsejable suele ser la fórmula directa. Tener siempre el «no» preparado. Es decir, comunicar de forma llana y directa a la persona que posa las manos en la tripa que ese gesto le resulta desagradable o simplemente que «no le gusta».
2. Ojo por ojo
Ojo por ojo y diente por diente. Esta es otra fórmula recurrente entre las gestantes para que las manos ajenas se retiren inmediatamente de la barriga de la embarazada. Silvia Reina, madre de cuatro hijos, relata su estrategia para cohibir a los «conocidos que manoseaban» su vientre durante el embarazo.
«En cuanto sentía las manos de alguien en mi barriga, imitaba rápidamente su gesto y posaba las mías en su tripa», explica esta madre. La reacción era instantánea, las manos desaparecían. «La indirecta queda bastante clara», añade. Una forma muy directa de que se den cuenta de lo que se siente cuando alguien te toca sin permiso.
3. La barrera protectora
El lenguaje corporal puede ser en muchos casos más efectivo que el verbal para impedir que manos ajenas se posen en el vientre gestante. «Lo importante es mantener las distancias entre la barriga y los intrusos», explica Macarena Bueno, madre de tres hijos, que relata cómo después de soportar los «toqueteos de tripa» en su primer embarazo aprendió la lección.
«Con el segundo ya estaba alerta. En las reuniones en las que sabía que más de uno se lanzaría a por mi barriga colocaba estratégicamente un escudo sobre la tripa». Las propias manos o brazos cruzados de la embarazada, el bolso, un libro o cualquier otro objeto protector crea una barrera física que resguarda la barriga de los intrusos.
4. Camisetas con mensajes
Una fórmula directa y a la vez divertida de reprimir a los posibles asediadores de barrigas es lucir una camiseta con mensaje. «No tocar», «prohibido poner las manos» o un simple «no molestar» son algunos de los mensajes explícitos y claros que las madres pueden lucir en sus camisetas para evitar a los intrusos.
Las futuras mamás pueden adquirir estas prendas o idear ellas mismas su propia leyenda personalizada e imprimirla en papel transfer para estampar en las camisetas con un simple planchado.