Ni futbolista ni cantante. Hoy en día los niños desean ser youtubers. Y no mañana ni cuando cumplan 18 años. Hoy. Impacientes, no quieren esperar a la mayoría de edad para hacer su sueño realidad. Y los padres tienen dos opciones si sus hijos se lo plantean: apoyarles y acompañarles en su proyecto o, por contra, no dejarles ni abrir una cuenta en la plataforma de vídeos YouTube. A continuación abordamos esta tendencia cada vez más común entre los menores y recogemos algunos consejos de expertos en este asunto.
Martina, MikelTube, Pino o los hermanos The Crazy Haacks son niños y niñas que quizás se conviertan dentro de unos años en personajes tan famosos como ElRubius, Patry Jordán o AuronPlay. Son youtuberos, yutuberos, yutúberes o, como todo el mundo los conoce, youtubers; es decir, usuarios de la red social YouTube que con frecuencia comparten vídeos que ellos mismos producen y hasta protagonizan. Son los ídolos de los chavales, los espejos que mirar y mirarse y a los que parecerse hoy, ya tengan 7, 10 o 14 años, la misma edad a la que llega esta popular plataforma de Internet durante 2019.
Los pequeños han crecido viendo una y otra vez miles de los millones de vídeos de cualquier temática que copan YouTube: películas, series y programas de televisión, videoclips y, por supuesto, vídeos caseros de youtubers llenos de momentos personales, retos, juegos y promoción de productos y servicios. Este escaparate es uno de sus canales favoritos y el que más adeptos ha ganado en los últimos años entre los menores españoles, según el estudio ‘Net Children Go Mobile’, realizado por la Universidad del País Vasco (UPV).
A pesar de que es más frecuente que prefieran visualizar vídeos musicales que tener una cuenta propia y figurar en los vídeos (57 % y 14 %, respectivamente, de los niños que usan Internet), los menores van reclamando este espacio. Ser youtuber es el «mamá, quiero ser artista» de hoy pero en formato más sencillo, pues está al alcance de cualquiera con ganas, ideas, ordenador, acceso a la Red, micrófono, cámara y/o móvil.
Youtubers de mayores y chicos
Y nuestros hijos piden cumplir este capricho. Lo hacen si se les pregunta por sus aspiraciones para el futuro. En la XIV encuesta ‘Qué quieres ser de mayor‘, publicada por la empresa de recursos humanos Adecco, ya aparece esta opción en cuarto lugar entre los chicos -tras su sueño de ser futbolistas, policías y profesores-, mientras que años atrás su peso era anecdótico. No en vano, ser youtuber ya se considera una profesión de la que poder vivir, a pesar de que tan solo un 14 % de los españoles que se dedican a ello obtiene los ingresos suficientes como para hacer de esto su medio de vida, tal y como revela un estudio de la agencia de comunicación Cohn & Wolfe y la plataforma Brantube. ¿Cómo lo hacen? Los youtubers ganan dinero en función de la cantidad de personas que ven sus vídeos, por la publicidad que hagan en ellos de algunas marcas y hasta por escribir libros o pronunciar conferencias.En la actualidad, para este perfil laboral no existe una formación reglada. Al menos, de momento. La agencia 2btube ayuda a ser un youtuber de éxito y hasta organiza junto a Enforex campamentos de verano para niños de entre 11 y 17 años que quieren grabar, editar y subir vídeos. Además, desde este año en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) se imparte el curso ‘Intelligence Influencers: Fashion & Beauty para ser influencer‘. Y los youtubers lo son, o aspiran a ser de este tipo de personas que por su trabajo, prestigio y presencia en ciertos ámbitos pueden influir en el comportamiento de otros.
Pero el dilema se presenta cuando el anhelo de los más jóvenes por seguir los pasos de sus referentes se manifiesta siendo unos enanos. No hay más que pasarse por los canales de los niños youtubers para comprobar que algunos no tienen ni 10 años, y no llevan desde ayer en la plataforma.
Consejos profesionales para los padres con hijos youtubers
Operado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Internet Segura for Kids (IS4K) es el Centro de Seguridad para menores en Internet, un equipo dedicado a promover en España el uso seguro y responsable de Internet entre los más pequeños y sus entornos de referencia. Cristina Gutiérrez, que forma parte de este equipo, reconoce que los padres les piden orientación sobre cómo tratar con los hijos su presencia activa en YouTube.
Entre las recomendaciones que les transmiten está conocer las opciones de privacidad y seguridad disponibles en la plataforma, sin olvidar las pautas de mediación parental para acompañar y guiar a los menores. Se trata de «adaptar las pautas que proporcionamos a la realidad de cada hogar y valorando cada caso, para ajustar y prevenir aspectos como la sobreexposición, el consumo excesivo o inapropiado de vídeos, la sexualización o una huella digital distorsionada y promover una relación saludable con plataformas en línea, incluyendo los aspectos de buenos modales y reputación online». También recuerdan que conseguirlo depende en gran medida de la implicación de los progenitores, aplicando la mediación parental activa, poniéndose al día sobre los principales riesgos y los mecanismos a su alcance, como la Línea de Ayuda de IS4K (900 116 117), y actuando como modelo para los hijos.
Sostienen que es especialmente importante abordar con los menores cómo influye en su privacidad lo que cuentan a través de sus vídeos, es decir, las motivaciones que les llevan a compartir imágenes de sí mismos y los conflictos que pueden acarrear. «Reflexionar sobre cómo quieren que otros les vean y visualizar esta actividad como un puzle de sí mismos les ayudará a construir una buena identidad y reputación digitales. Si a ello sumamos el cuidado a la hora de no compartir detalles íntimos o que puedan identificarle de cara a extraños, así como el cumplimiento de los aspectos normativos, les proporcionaremos una experiencia lo más segura posible y sin renunciar a estas posibilidades», comenta Gutiérrez.