Qué es la ectasia renal
Los controles rutinarios del embarazo son muy útiles para detectar cualquier problema en el feto, hasta el más leve. Este el caso de la ectasia piélica o renal. ¿En qué consiste?
Una ectasia (ensanchamiento, en griego) en el riñón o en las vías urinarias significa que existe una dilatación en alguna zona por donde pasa la orina. Lo más habitual es que sea en la pelvis renal. ¿Qué es la pelvis renal? Forma parte del camino que recorre la orina y es como un embudo que recoge la orina de los cálices mayores del riñón y la envía a los uréteres.
A veces, la dilatación aparece en los cálices, la uretra o los uréteres. Si la dilatación de la pelvis renal es importante o se acompaña de otros hallazgos, es habitual llamarla hidronefrosis en vez de ectasia.
¿Cómo y cuándo se diagnostica?
Debido al uso generalizado de sistemas de screening en el diagnóstico prenatal, en la actualidad la mayoría de estas malformaciones se detectan intraútero. El riñón fetal “puede ser evaluado a partir de las 16 semanas de edad gestacional, pero es más fácil en fetos a partir de 20 semanas”, según el estudio ‘Dimensiones de la pelvis renal fetal durante la gestación‘ realizado en 2018 por la Universidad de Carabobo (Venezuela).
Es un problema que sucede hasta el 4,5 % de los embarazos y es más frecuente en el sexo masculino. Afecta más al lado izquierdo, aunque también puede darse en el derecho o en ambos (bilateral).
Tras el parto, los especialistas realizan el seguimiento de los bebés afectados para poder programar, si es preciso, un plan terapéutico.
Síntomas de la pelviectasia
En el caso de detección fetal no se reconoce por síntomas, sino por la exploración radiológica. En el caso de presentar este problema de bebés, niños o si se da en adultos, no siempre causa síntomas o son comunes a otras dolencias.
Los síntomas más comunes son estos:
- Dolor intenso y repentino en la parte baja de la espalda
- Dolor constante en la parte superior del abdomen
- Fiebre
- Malestar
- Náuseas y vómitos
- Necesidad de orinar con más frecuencia
- Dolor o ardor al orinar
- Dificultad para orinar
- Reducción del volumen de la orina
- Sensación de la vejiga llena
- Sangre en la orina
Si aparecen estos síntomas, es importante consultar al pediatra, al médico de familia o al nefrólogo para poder identificar la causa y poder recibir el tratamiento adecuado.
Causas de la pielectasia
La dilatación se puede producir por distintas causas, pero en general se debe a obstrucciones en algún punto del aparato urinario. Para visualizarlo con claridad, es importante entender cómo funciona este sistema, cuáles son sus partes y cómo están conectadas.
- La pelvis renal es una especie de embudo que va pegado al riñón, de modo que hay dos, uno para cada uno. Su tarea es recoger la orina que producen los riñones, y esto lo hacen con la parte ancha.
- En el otro extremo, donde está la parte angosta, la pelvis renal conecta con el uréter, que es un conducto largo, un “tubo” que llega hasta la vejiga.
- De este modo, la orina que sale de los riñones pasa por las dos pelvis renales y llega a la vejiga a través de los dos uréteres.
- Una vez allí, en la vejiga, el pis debe salir al exterior. Lo hace a través de otro conducto, la uretra, que llega hasta la punta del pene en los niños y hasta el orificio que está junto a la vagina en las niñas.
Pues bien, para que el mecanismo funcione, todas las «piezas» deben estar bien formadas, bien situadas y sin obstrucciones. Una dilatación de las pelvis renales indica que en alguna parte de ese sistema hay algo que no funciona tan bien como debería.
El funcionamiento «averiado» puede obedecer sobre todo a dos causas:
➡️ Tubos demasiado estrechos
Puede ser, por ejemplo, que alguno de los ‘tubos’ sea demasiado estrecho, que algún orificio de paso esté tapado, o que no esté lo suficientemente abierto como para permitir un paso fluido de la orina.
➡️ Reflujo vesicouretral
Otra causa de la dilatación puede ser el reflujo vesicouretral, es decir que el pis, en lugar de salir, vuelva hacia atrás. Esto sucede cuando falla el mecanismo de válvula que impide a la orina retroceder por el uréter cuando la vejiga está muy llena o se contrae, de modo que la orina acumulada en la vejiga, que solo debería salir hacia abajo a través de la uretra, sube hacia el riñón.
Cómo curar la pelvis renal dilatada
¿Es grave? Excepciones aparte, la respuesta a esta pregunta es que no. ¿Y cómo es el tratamiento?
✅ En el feto
La dilatación de la pelvis renal en los fetos es muy común y en el 90 % de los casos, el problema se soluciona sin tratamiento, conforme el pequeño va madurando en el útero de la madre o poco después de nacer.
Aun así, y a pesar de que es frecuente, los médicos toman ciertas precauciones y buscan cerciorarse de que no se deba a otras complicaciones. Por ello se realizan ecografías de control, se mide el tamaño de los órganos que conforman el aparato urinario y se controla la cantidad de líquido amniótico.
El nivel de líquido amniótico es importante porque, además de contener agua, lípidos, proteínas o carbohidratos, también está formado por la orina del feto. De esta manera, un adecuado nivel de líquido amniótico señala que no hay contratiempos. Por supuesto, si la dilatación es excesiva, el médico buscará más exhaustivamente la causa hasta dar con ella y determinar una solución al problema.
✅ Después de nacer y en adultos
Después de nacer, persisten un 30 % o 40 % de la ectasias piélicas. De estas, la gran mayoría desaparece de forma espontánea en los primeros años de vida. Es razonable hacer una ecografía en las primeras semanas de vida. Si la dilatación ha desaparecido o es leve, el riesgo de anomalías es bajo y no son necesarias otras pruebas.
En los niños con dilataciones graves, con o sin otros signos de riesgo, debe hacerse una ecografía en los primeros días de vida y otras pruebas de imagen para identificar los casos que necesiten una intervención quirúrgica. La realización de otras pruebas dependerá del grado de dilatación y de la existencia de otros signos de riesgo.