Dolor de tripa crónico en niños
¡Me duele la barriga! Si tu hijo se queja con frecuencia de dolor abdominal (localizado entre el pecho y la pelvis), puede que el peque sufra estreñimiento, reflujo, celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal… En estos casos, otros síntomas (como fiebre, tipo de heces o vómitos) ayudarán al especialista en el diagnóstico de la enfermedad que causa ese dolor de tripa crónico.
Pero, en ocasiones, a pesar de ser un dolor de estómago real, no hay ningún problema médico detrás (es lo que se llama causa funcional). Y no es que tu hijo se lo esté imaginando: le duele de verdad, es real, y es tan molesto y habitual que le impide hacer vida normal. De hecho, por culpa de ese dolor, muchos niños y niñas en todo el mundo dejan de ir a la escuela por unos días, con lo que eso supone para su rendimiento académico y su desarrollo social.
🔴 Tipos de dolor abdominal crónico funcional
Hay varios tipos de dolor abdominal crónico de causa funcional que se producen en la infancia, tal y como recuerdan desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap):
- Dispepsia funcional: dolor y molestias en la parte superior del abdomen, saciedad precoz (se llena rápido al comer) al menos cuatro días en dos meses.
- Síndrome de intestino irritable: dolor durante cuatro días al mes, al menos dos meses, que está relacionado con la defecación y cambios en la forma y consistencia de las heces y su frecuencia (cuatro o más deposiciones al día o menos de dos a la semana).
- Migraña abdominal: episodios de dolor abdominal intensos, alrededor del ombligo, que duran en torno a una hora. Se producen al menos dos en seis meses y se acompaña de náuseas, vómitos, cefalea, fotofobia, sonofobia o palidez.
- Dolor abdominal funcional no especificado de otra manera.
Qué es el dolor abdominal funcional en la infancia
El dolor abdominal funcional es un trastorno digestivo que afecta al 30 % de los menores en edad escolar, por lo que también está entre las dolencias más habituales por las que se consulta al pediatra.
Suele aparecer en niños de entre 4 y 18 años y se caracteriza por episodios de dolor de tripa muy frecuentes y continuos que pueden resultar molestos. No en vano, genera tan mala calidad de vida en el niño que lo padece, que se considera que es causa importante de absentismo escolar y se asocia a problemas de salud mental, como depresión infantil y ansiedad.
Y a pesar de que pueda resultar preocupante y causar un dolor considerable y persistente, los expertos señalan que consiste en un trastorno “benigno pero insidioso” que afecta al peque y su familia, pero que no implica daños a largo plazo. “Si se aborda correctamente, más del 80 % de los niños que lo sufren no tendrán más dolor y se sentirán bien”, explica Sanja Kolacek, representante de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN).
Causas del dolor abdominal funcional
Este trastorno se llama funcional porque no está causado por ninguna enfermedad digestiva ni por otros problemas médicos. Y aunque el origen del dolor abdominal funcional es desconocido, la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP) recuerda que hay diversos factores que pueden propiciar su aparición: un umbral individual del dolor disminuido, la presencia de estímulos estresantes físicos y psíquicos (se puede desencadenar por estrés o ansiedad), etc.
Cuáles son los síntomas del dolor abdominal funcional
➡️ Dolor abdominal
El dolor abdominal funcional es distinto del dolor causado por cualquier patología orgánica, pero es real, y para nada imaginario o fingido. Y si bien los episodios de dolor son similares, su intensidad y frecuencia varía de unos niños a otros. Por eso, se siguen los criterios de Roma para diagnosticar y tratar los trastornos gastrointestinales funcionales como este. El Criterio de Roma IV (2016) establece que el dolor abdominal debe incluir:
- Dolor episódico o continuo que dura al menos cuatro días al mes durante al menos dos meses.
- El dolor no se produce solo durante la comida o la menstruación.
- No cumple con los criterios de otros trastornos gastrointestinales funcionales.
- No se puede explicar completamente con otro trastorno clínico.
➡️ Otros síntomas
Los niños con dolor abdominal funcional también pueden experimentar:
- Náuseas
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Cansancio
- Dolor en las extremidades
- Dificultad para dormir
Todos ellos, sin ser signos de enfermedad grave, pueden afectar al niño o niña de forma significativa y contribuir a una baja calidad de vida y a una mayor depresión y ansiedad. Puede sentirse triste o decepcionado por no poder ir al cole o no estar con sus amigos, por ejemplo. Por eso resulta fundamental conocer los síntomas, no restarles importancia, pues podría empeorar las cosas, y poder así actuar.
Diagnóstico
Identificar a tiempo este trastorno, reducir el estrés y, si es necesario, incorporar tratamientos ayudará al 80 % de los menores a mejorar en los dos años siguientes a la consulta médica. De ahí la importancia de saber reconocer los síntomas y, ante la menor sospecha, recurrir al pediatra para obtener un diagnóstico, apoyo y recomendaciones.
Como detallan en la SEGHNP, para realizar el diagnóstico, lo primero que hace el profesional es descartar la presencia de signos de alarma mediante una historia clínica y exploración física detalladas. Después, en función de esa valoración, es posible que realice alguna prueba complementaria (análisis de heces y análisis de sangre), para excluir cualquier otro problema gastrointestinal.
Además, se recomienda medir los niveles de estrés del peque. Y es que, según reconocen los propios especialistas, “al menos el 50 % de los niños con dolor abdominal funcional presentan altos niveles de ansiedad”.
Qué se puede hacer
Como explica la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica en su última campaña para concienciar sobre este trastorno, el dolor suele desaparecer con el tiempo y, en ocasiones, es necesario administrar algún medicamento.
Sin embargo, es prioritario trasmitir al menor que este dolor de tripa no es grave, y a la vez, aliviar sus síntomas y ayudarle a retomar su vida. ¿Cómo?
✔️ Medidas eficaces
Estas son las medidas que los expertos recomiendan aplicar en casa:
- Llevar una dieta equilibrada y estar siempre hidratado.
- Hacer actividad física y pasar tiempo con familiares y amigos.
- Dormir bien.
- Apoyarle emocionalmente: hablar sobre lo que le causa estrés, darle estrategias para manejarlo y tranquilizarle asegurándole que el dolor es temporal y nada grave.
- Buscar ayuda en salud mental, en el caso de que el peque padezca ansiedad o depresión
⚠️ Signos de alarma
Aun así, nunca hay que bajar la guardia. Hay que acudir al pediatra, si el niño o niña presenta algunos de los siguientes síntomas de alama:
- Empeoramiento del dolor abdominal
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Dolor al orinar