La piel del bebé es más fina y delicada que la de los adultos. Por eso, requiere unas atenciones específicas, sobre todo, a la hora del baño. En este artículo se responden a cinco cuestiones imprescindibles para hacerlo bien: ¿hay que bañar al pequeño todos los días?, ¿baño completo o por partes?, ¿solo con agua o también con jabón?, ¿qué champú es el más adecuado? y ¿es necesaria la crema hidratante tras el aseo infantil?
Cuidar la piel del bebé
Suave y delicada. Estos son los dos adjetivos principales con los que se suele definir la piel de un bebé, dos cualidades que saltan a primera vista por su extrema diferencia con el adulto. Y es que el recién nacido aún no ha terminado de desarrollar del todo este órgano esencial, sobre todo la capa más externa (estrato córneo), que es la responsable de protegerle de los agentes externos que pueden afectar a la sensible piel del pequeño. Además del menor grosor de su capa externa, esta piel también se diferencia por su nivel de acidez, que en el nacimiento es inferior al de los adultos: su pH es neutro.
Estas particularidades la hacen más vulnerable durante los primeros meses de vida, de modo que requiere «unos cuidados apropiados a sus características», señala la Asociación Española de Pediatría (AEP). A continuación se responden seis preguntas frecuentes para cuidar la piel del pequeño durante el baño, uno de los momentos claves para proteger esta importante barrera defensiva de los niños.
1. ¿Hay que bañar al bebé todos los días?
No, no es imprescindible. La AEP enfatiza que «la piel sana del bebé tiene sus propios mecanismos de autolimpieza y en determinadas zonas no es necesario el baño cada día». El aseo diario no está justificado porque su excesiva frecuencia y duración puede favorecer la aparición de sequedad en la piel o dermatitis irritativa.
Los pediatras recomiendan bañar al bebé dos o tres veces a la semana durante los primeros meses
Los pediatras recomiendan un baño dos o tres veces a la semana durante los primeros meses. Eso sí, es preciso el aseo diario de las zonas menos higiénicas, como los genitales o los pliegues de la piel que se forman en muslos o cuello. Asimismo, es recomendable limpiar cada día bien las manos del pequeño y realizar una correcta higiene de las secreciones orales o nasales, siempre que sea necesario.
2. ¿Bañar al bebé entero o por partes?
Hasta hace pocos años, muchos especialistas recomendaban que, mientras permaneciera el cordón umbilical, se bañara a los bebés por partes (con una manopla o esponja), en vez de realizar una inmersión total en el agua. Esta medida pretendía evitar posibles riesgos de infección en el ombligo del pequeño o un exceso de humedad en este. Sin embargo, recientes investigaciones han confirmado que no existe ningún peligro en bañar al bebé completo desde los primeros días, siempre que después del aseo se seque muy bien y con cuidado la zona del ombligo.
Asimismo, otros expertos apuestan por el baño completo como forma preferente de limpieza frente al lavado por partes, puesto que la pérdida de calor corporal es menor cuando se produce una inmersión total del pequeño y, por tanto, le resulta más fácil preservar su temperatura idónea.
3. El baño del bebé, ¿solo con agua o con jabón?
El jabón debe evitarse en el baño del bebé prematuro durante las dos primeras semanasEl agua por sí misma es suficiente para limpiar la delicada piel del bebé. Sin embargo, en algunas zonas pueden quedar restos de sustancias grasas (las heces y la leche materna o artificial) y requieren el uso de un jabón para eliminarlas de forma eficaz, señala el equipo de expertos que ha elaborado la ‘Guía de cuidados de la piel del recién nacido y del bebé‘, avalada por la Federación de Asociaciones de Matronas de España. No obstante, la AEP recomienda evitar estos agentes de limpieza durante al menos las dos primeras semanas en el caso de los prematuros.
Aunque algunos especialistas se muestran en contra del abuso de sustancias jabonosas con niños de corta edad, distintos estudios han demostrado que los cambios en la piel del bebé son similares a cuando el baño se realiza solo con agua. Estas investigaciones evidencian que el pH de la piel del pequeño se modifica ante el contacto único con agua en la misma medida que si se utiliza jabón y que, en ambos casos, la piel vuelve a retomar su grado de acidez natural pasado un tiempo similar.
4. ¿Qué jabón es el más adecuado?
Al tener el pH neutro, la piel del bebé puede irritarse, e incluso infectarse, si se utiliza para su higiene jabones alcalinos. Los expertos recomiendan, por tanto, optar por jabones neutros, con baja acidez y no perfumados. «Si se emplean jabones demasiado fuertes, se altera el manto de grasa que protege la piel del niño», apunta el pediatra Jesús Garrido. Este experto matiza que no hay un jabón que sea mejor que otro, siempre que sea suave: «Cada uno debe usar el que le vaya bien a su bebé», matiza.
Los pediatras aconsejan no utilizar demasiada cantidad y aplicarlo bien con la mano, o con una esponja o manopla suave que no irrite la piel del pequeño.
5. ¿Necesita el bebé una crema hidratante tras el baño?
La función de las cremas o lociones corporales es proporcionar una mayor hidratación y plasticidad a la piel del bebé, si fuera necesario. La expertos recomiendan el uso de estos productos cuando la piel del recién nacido esté muy seca o presente descamación en algunas zonas, algo muy frecuente en las primeras semanas. Al estar nueve meses en un entorno líquido y salir de forma brusca a un ambiente seco, «es fácil que se descame la piel del niño», señala Garrido.
Lo idóneo es optar por cremas hidratantes que no estén perfumadas y no contengan ni colorantes ni conservantes. Y, si es posible, es aconsejable decantarse por envases en monodosis. En cuanto a su aplicación, el mejor momento es después del baño, mientras la piel permanece todavía húmeda.