La serie de televisión es un éxito mundial y sus espectadores superan ya los 140 millones. Sin embargo, además de estar repleta de escenas de violencia explícita, ‘El juego del calamar’ transmite mensajes muy nocivos para los menores de edad. Los niños y los adolescentes son especialmente sensibles psicológica y emocionalmente a este tipo de contenidos. La educación en valores es clave para enfrentarse a estas situaciones. Lo analizamos con ayuda de una psicóloga y un educador.
‘El juego del calamar’ está en boca de todos. La serie de televisión que emite Netflix se ha convertido en el fenómeno de la temporada: ha sido número uno en audiencia en 94 países y, hasta la fecha, ha contabilizado más de 142 millones de espectadores en todo el mundo. También ha traspasado la pequeña pantalla: se ha viralizado en redes sociales como TikTok y YouTube, desde donde se lanzan retos para realizar los juegos infantiles que aparecen en la historia. Aunque está catalogada para mayores de 16 años, son muchos los menores de esta edad que confiesan haberla visto. Algunos incluso reproducen varias de sus escenas en el patio escolar durante los recreos, una conducta que preocupa tanto a educadores y psicólogos.
El argumento de ‘El juego del calamar’, en apariencia banal, es una auténtica caja de Pandora. La trama gira en torno al juego de supervivencia que emprenden 456 personas adultas, todas ellas con problemas económicos, para hacerse con una importante suma de dinero. Para lograrlo, deben completar con éxito sencillos juegos infantiles. Los que ganan pasan a la siguiente prueba, mientras que los que pierden son asesinados. A medida que los participantes mueren, el premio final se incrementa, lo que eleva la codicia de los jugadores y hace aflorar sus instintos más básicos. ¿Qué ocurre si un niño ve esta serie? ¿Cómo percibe estos mensajes? Los expertos nos dan una serie de recomendaciones.
Así afecta ‘El juego del calamar’ a los menores
Los niños, y algunos adolescentes, difícilmente distinguen entre ficción y realidad. Al confundir estas dos realidades tienden a normalizar conductas que ven en series o películas y a imitarlas como si fuesen auténticas. “El niño no tiene un filtro como el adulto. Lo que recoge lo entiende de manera literal y no reflexiona sobre lo que está viendo. Es tremendamente vulnerable a lo que tiene delante, tanto emocional como psicológicamente”, explica Elena Daprá, psicóloga clínica, experta en coaching y vocal de la Sección de Psicología del Trabajo, Organizaciones y Recursos Humanos del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
Para la especialista, ‘El juego del calamar’ supone una educación velada en valores muy nocivos. “Este tipo de series afianza el refuerzo a corto plazo, que ya está en la sociedad; justifica la muerte o el suicidio si se carece de un propósito en la vida, algo sobre lo que muchos adultos ni siquiera han reflexionado; enseña a competir y trabajar en equipo por supervivencia y por interés personal, no por ser más beneficioso para el grupo; hace que se interiorice que solo sobrevive el más inteligente, el más fuerte, que la persona mayor ya no sirve y tiene que morir, todo muy darwiniano. Educa en el valor del dinero como instrumento para disfrutar de la felicidad; este el valor principal de toda la serie”, resume.
¿Por qué llama tanto la atención a los niños?
‘El juego del calamar’ no sobresale por su argumento. A su creador y director, el surcoreano Hwang Dong-hyuk, le costó 13 años encontrar un productor que llevase a la pantalla su creación, inspirada en el mundo del cómic. Según Daprá, esta característica hace que sea tremendamente atractiva para niños y adolescentes: “La estética combina el mundo del videojuego y del cómic, dos campos en los que los coreanos tienen mucha experiencia. Las nuevas generaciones, los menores de 30 años, están bastante acostumbradas a consumir este tipo de productos”.
La serie también tiene un enfoque de juego de rol. “Es muy fácil caer en ella, es como entrar en un tobogán. Juega con lo emocional, con el refuerzo y con juegos que son típicos de niños”, expone la especialista.
Imagen: Netflix
Esta opinión es compartida por Guillermo León, profesor en un colegio concertado de San Lorenzo de El Escorial, Madrid. “La serie combina tres aspectos que la convierten en una auténtica caja de bombas: la dinámica del juego, totalmente asimilada por los niños en los videojuegos; la transferencia de esos juegos a retos, algo que es muy peligroso porque puede utilizarse para lograr la aceptación en un grupo; y las redes sociales”, apunta. Para el docente, la unión de estos factores legitima conductas. “El que alguien pegue a otro porque no supera un juego se minimiza y casi se disculpa porque en la serie perder conlleva la vida. El típico abusón del patio del colegio gana más fuerza que nunca”, comenta.
Cómo debemos actuar los padres
Para evitar que los niños vean series como ‘El juego del calamar’, la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) recomienda a los padres y madres “supervisar en todo momento el contenido que están viendo sus hijos e hijas, para que este no suponga un riesgo para ellos”. Sin embargo, para Daprá, el que los padres puedan ejercer un control total sobre los niños no solo no es posible, sino que tampoco es bueno, ya que “podemos crear justo el efecto contrario”.
Para la psicóloga es mejor prevenir que curar, algo que se logra con la educación en valores: “Es esencial dedicar tiempo de calidad a los niños, educar en valores, emociones y respeto, explicar que nuestros actos tienen consecuencias. Deberíamos educar mucho más a nivel psicológico para que esos niños, cuando sean adultos, resuelvan sus problemas de otra manera y experimenten otro tipo de vivencias”. Educar en valores ayuda a evitar conflictos puntuales como los que pueden surgir con el visionado de series como ‘El juego del calamar’. “Hay que tener en cuenta que como padres no podemos educar para los valores concretos que transmita una serie, sino educar de manera general para que el niño o el adolescente sea capaz de extrapolar estos aprendizajes”, indica la especialista.
¿Y qué ocurre si el menor se empeña en ver la serie? “Negarnos no va a funcionar y lo único que va a conseguir es que la vean a escondidas y filtren lo que les dé la gana. Es preferible que la vean con nosotros y después hablemos de estos temas para ver qué y cómo están filtrando esos valores. De esta manera podremos ir dando la vuelta a lo que no sea sano a nivel psicológico. Pero, sinceramente, tengo mis dudas de que la gran mayoría de la población haga esto”, sostiene Daprá.
16 o 18 años: qué edad debería ser la recomendada
El que ‘El juego del calamar’ esté catalogado para mayores de 16 años también ha desatado la polémica. Educadores, padres y psicólogos critican esta recomendación y sugieren elevarla hasta la mayoría de edad. “Esta serie está orientada a los adultos, los únicos capaces de asimilar un argumento tan retorcido”, asegura León. El profesor aconsejaría el visionado a partir de los 18 años, “no tiene sentido que la vean chavales de 16 y 17 años”.
Daprá, que también se reafirma en esta postura, va un poco más allá. “Creo que no es una serie recomendada para quien no sepa filtrarla, para quien no sepa extraer qué hay de insano en ella. Estamos viendo la punta del iceberg y esto tiene más importancia: los niños son más vulnerables a este tipo de contenidos porque los adultos no han realizado con ellos un aprendizaje en valores. ¿Y por qué no lo han hecho? Pues porque ellos tampoco lo tuvieron. Habría que ver con detalle qué es lo que está filtrando un padre o una madre. Series como estas afectan a una sociedad entera”, concluye la especialista.