Las mujeres que se quedan embarazadas a una edad temprana tienen menos probabilidades de sufrir cáncer de mama, según diversos estudios, cuyos resultados se exponen en este artículo. También se explica por qué las pacientes con esta enfermedad aumentan sus posibilidades de supervivencia si tienen hijos durante o después del tratamiento. Además, se enumeran otros factores del embarazo asociados a un menor riesgo de padecer cáncer de seno.
Embarazo temprano, menor riesgo de cáncer
Las mujeres que viven embarazos en etapas tempranas tienen menos riesgo de contraer cáncer de mama que las que se quedan en estado en edades más avanzadas o no lo hacen nunca.
El embarazo a edad temprana protege contra el cáncer de mama, revela un estudio
Esta tesis, sostenida desde hace tiempo por diversas investigaciones, ha sido refrendada por un estudio reciente realizado con ratones, según el cual «el embarazo a edad temprana tiene un efecto protector contra el cáncer de seno», aunque el mecanismo subyacente se desconoce.
El trabajo (llevado a cabo por científicos del Instituto Friedrich Miescher de Investigación Biomédica y el Instituto Federal Suizo de Tecnología) se basó en pruebas con células del epitelio mamario y de qué manera se modifican cuando la mujer se queda en estado. En las conclusiones, los especialistas señalan la posibilidad de que se abra un camino a futuros estudios que podrían imitar el efecto del embarazo precoz y, por lo tanto, servir para prevenir y curar el cáncer de mama.
Por otro lado, las mujeres que tienen hijos antes de los 20 años de edad reducen hasta en un 50% el riesgo de contraer cáncer mamario, afirma el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Otros factores de riesgo de esta enfermedad son los antecedentes familiares directos (madre, hermanas o la misma persona en uno de sus senos), la menstruación precoz (antes de los 12 años) y la menopausia tardía (después de los 55).
El embarazo, favorable para mujeres con cáncer de mama
Por otra parte, la gestación reduce el riesgo de muerte de las mujeres a quienes se les ha diagnosticado cáncer de seno. Y es que según otro estudio, las pacientes con cáncer de mama que se quedan en estado tienen hasta un 42% más de probabilidades de supervivencia que quienes no conciben.
Los investigadores (miembros del Instituto Jules Bordet, de Bélgica) analizaron 14 ensayos con 1.417 mujeres con cáncer embarazadas y otras 18.059 que no lo estaban. El resultado arrojó una cifra tan significativa que el director del trabajo, Hatem Azim, lo considera un «sólido argumento», en contra de la recomendación habitual dada a las mujeres con este tipo de cáncer: que no quedaran embarazadas. Las conclusiones sugieren que la gestación puede mejorar la calidad de vida de millones de jóvenes que decidan ser madres durante o después del tratamiento de su enfermedad.
Dos hechos provocan que cada vez haya más féminas que han vivido un cáncer de mama y quieran ser madres: la mayor supervivencia a la enfermedad y el retraso de la maternidad. La edad media en que las mujeres se convierten en madres en España ha ascendido desde 28,5 en 1976 hasta 31,4 en 2011.
Embarazo y cáncer de mama
Existen otros factores relacionados con la gestación que los expertos asocian a un menor riesgo de contraer cáncer de mama. El Instituto Nacional del Cáncer enumera los siguientes:
Número mayor de hijos. Las mujeres con una mayor cantidad de hijos tienen menos probabilidades de sufrir cáncer de seno. Los estudios indican que el riesgo se reduce a la mitad en las madres con cinco o más niños, en comparación con las féminas que no tienen ninguno.
Periodos prolongados de lactancia. Si además de tener hijos la mujer los amamanta durante un lapso extenso (sobre todo, más de un año), también disminuyen los riesgos. Esto se relaciona con la actividad hormonal del organismo femenino mientras produce leche para su bebé.
Antecedentes de preeclampsia. Distintos estudios han encontrado una asociación entre la preeclampsia y un menor riesgo de padecer cáncer de mama.