El virus del papiloma humano tiene una alta prevalencia en España: dos millones de mujeres padecen esta enfermedad. Debido a eso, no es extraño que haya muchas afectadas que estén en estado o que deseen concebir un hijo. Este artículo explica los posibles riesgos del embarazo de una mujer infectada por este virus y cómo proteger al bebé de esta circunstancia, además de la vacunación en gestantes y otras formas de prevenir este mal.
El virus del papiloma humano es una de las infecciones de transmisión sexual más extendidas del mundo. Según un estudio difundido en 2012, en España hay dos millones de mujeres afectadas por el virus, de las cuales, el 28,8% tiene entre 18 y 25 años, un porcentaje que se reduce a medida que aumenta la edad.
Las complicaciones en el embarazo por el virus del papiloma humano son poco frecuentes
Se conoce como virus del papiloma humano a un conjunto de más de un centenar de virus diferentes. De ese total, 13 están considerados como carcinógenos para las personas, es decir, que representan un alto riesgo de contraer cáncer. En las mujeres, el más frecuente ocasionado por este virus es el cervicouterino (cáncer del cuello del útero).
Peligros de un embarazo con el virus del papiloma humano
Pero, ¿representa el virus del papiloma humano un peligro para que una mujer quede embarazada? Además, ¿es un riesgo para las que lo están y sus futuros bebés?
La respuesta a la primera pregunta es no: una mujer afectada por el virus puede quedar en estado, así como una mujer que ya se encuentre embarazada puede contraer el virus. No existe ningún impedimento para que eso suceda.
Los médicos recomiendan el parto natural para las embarazadas con papiloma humano, salvo en casos complicados
En cuanto a los peligros, en general es muy poco probable que la gestación sufra algún tipo de complicación a causa del virus. La madre no transmite el virus al feto por vía intrauterina. Existe, además, un riesgo bajo de que el contagio se produzca durante un parto natural, si la madre tiene verrugas genitales, es decir, en el canal de parto. Además, en el caso de que el bebé se contagiara, lo más posible es que su organismo erradicara el virus y que este no tuviera mayores consecuencias.
El médico Xavier Castellsagué ha estudiado las posibilidades de contagio del virus del papiloma humano de madre a hijo durante el embarazo y concluye que «el riesgo de transmisión vertical o de infección persistente en el recién nacido es muy bajo».
Por tal motivo, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia señala que «no está indicado cambiar el tipo de parto de la mujer a consecuencia del papiloma humano. De todos modos, la decisión sobre tipo de parto (natural o por cesárea) queda, en última instancia, en manos de cada madre y de cada familia, junto con el médico que la asista durante todo este proceso.
Vacuna contra el papiloma humano durante el embarazo
El método más efectivo para la prevención del virus del papiloma humano es la vacuna. Su aplicación se autorizó en España en 2007, por lo que todavía no se sabe si tras las tres dosis iniciales harán falta otras de refuerzo, o si puede tener efectos secundarios a largo plazo. En las pruebas, la vacuna (que previene, no cura) demostró una efectividad de entre el 95% y el 100%.
Por su parte, la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud recomienda no vacunar a las mujeres ya embarazadas contra el papiloma humano. Por otra parte, las mujeres lactantes pueden recibir la vacuna sin inconvenientes, explican estos expertos.
Otros profesionales, además, se oponen a la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano, con el argumento de que previene de la acción de solo 2 de los 13 virus carcinógenos (esos dos virus, en España, son causa del 30% de los cánceres cervicales) y que no está probada la no existencia de riesgos de daños colaterales. Hay, incluso, una Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma, colectivo que pide su retirada del calendario oficial de vacunación.
Además de la vacuna, existen otras maneras de prevenir el virus del papiloma humano. En este sentido, es fundamental la realización de controles frecuentes, en particular las citologías cérvico-vaginales, conocidas como prueba de Papanicolaou. Este es el modo más eficaz de detectar anomalías celulares y, en tal caso, poder actuar lo antes posible.
Por otra parte, el uso de condón durante las relaciones sexuales también ofrece una protección contra este mal, aunque incompleto, porque recubre el pene pero no el escroto ni la zona anogenital, donde el virus también anida. Xavier Castellsagué, director del estudio Cleopatre, que arrojó importantes datos sobre el papiloma humano en España, cifra su grado de protección en, como máximo, un 80%.