La Navidad es una época dada a los excesos. Si para cualquier persona es importante tener cuidado, lo es aún más para las embarazadas. Los peligros están relacionados con la tentación de comer de más y de ingerir alimentos contraindicados, como los embutidos o el pescado azul. Pero también debe evitar el alcohol (incluido el champán) y el humo del tabaco en las reuniones de familiares y amigos. Asimismo, conviene que use ropa cómoda y descanse y duerma lo suficiente. Son consejos para vivir en Navidad un embarazo saludable y sin riesgos innecesarios.
Embarazo en Navidad: cuidarse como siempre
Llega la Navidad, una época relacionada con los festejos, reuniones en familia… y excesos. Para las embarazadas esto puede entrañar ciertos riesgos, si no siguen algunas precauciones.
El consejo durante la Navidad es mantener los mismos hábitos saludables y cuidados que durante el resto del embarazo. Sin embargo, hay situaciones de riesgo para la gestante en estos festejos.
La precaución y tener en cuenta los siguientes consejos son claves para evitar problemas en esta etapa tan delicada de la vida de la mujer y del bebé que crece en su vientre.
1. Cuidar la alimentación de la embarazada en Navidad
Al hablar de cuidar la alimentación durante el embarazo y evitar los excesos en Navidad, es fácil pensar solo en el posible aumento de peso, consecuencia de una mayor ingesta de alimentos. Pero tan importante es la cantidad como la calidad de lo que se come, y mucho más en el caso de las mujeres gestantes. Evitar las comidas copiosas y masticar con detenimiento evita, asimismo, algunas molestias digestivas características del embarazo.
Hay que recordar que, durante el embarazo, el consumo de pescado azul (pez espada, tiburón, lucio y atún rojo) está contraindicado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, ya que sus niveles de mercurio pueden afectar el desarrollo del feto.
También se debe evitar el consumo de carnes crudas, tanto en platos de tartar o de carpaccio, como en forma de embutidos (tan frecuentes en las cenas de Nochebuena, Nochevieja y comidas de Reyes). Y en especial, si la mujer no está inmunizada contra la toxoplasmosis. Lo mismo ocurre con el pescado crudo (sushi).
Para una embarazada, un aumento de peso en Navidad es un riesgo para su salud y la del fetoUn eventual aumento de peso en una mujer embarazada no representa solo una cuestión estética. También constituye un factor de riesgo para la gestación, su propia salud y la del feto. Además, los atracones pueden hacer pasar un mal rato, al ocasionar acidez, hinchazón, flatulencias, dolor de cabeza, etc. Y todo esto, durante el embarazo, es aún más difícil de sobrellevar.
Por todo ello, también son válidos para las embarazadas algunos consejos generales para la Navidad, como incluir la fibra en su dieta, optar por alimentos depurativos y evitar el café. Y, por supuesto, no pasarse con la cantidad.
2. Olvidarse del champán y alcohol
El consumo de alcohol está desaconsejado para las mujeres embarazadas, incluso en cantidades mínimas. El alcohol penetra en la sangre del feto y los peligros que acarrea son variados: la madre podría sufrir un aborto espontáneo, un parto prematuro u otras complicaciones durante el alumbramiento.
Otras consecuencias perjudiciales relacionadas con el consumo de alcohol durante el embarazo son un menor ritmo de crecimiento del bebé, malformaciones y discapacidades. De modo que, en Navidad, nada de alcohol, al igual que durante el resto del embarazo.
3. Huir de los malos humos del tabaco en las cenas
La embarazada y el futuro bebé corren el peligro de convertirse en fumadores pasivosEl consumo de tabaco durante el embarazo también está contraindicado de modo terminante. Sin embargo, no siempre es la mujer quien coge el cigarrillo.
Durante las cenas y fiestas de Navidad, la mujer y su futuro bebé corren el riesgo de convertirse en fumadores pasivos, es decir, de sufrir el efecto del humo del tabaco que estén fumando otras personas. Es imprescindible, por tanto, pedir a quienes deseen fumar que lo hagan fuera de la casa o los lugares cerrados, aislados de la embarazada.
Fumar durante el periodo de buena esperanza conlleva riesgos de embarazo ectópico, desprendimiento de la placenta, hemorragia vaginal, aborto o parto prematuro. El niño tiene mayores posibilidades de nacer con un peso menor al recomendado y tiene más probabilidades de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante.
4. Cuidar el descanso de la embarazada en Navidad
La importancia del descanso para la embarazada en Navidad es menos evidente que los desórdenes en la alimentación o el consumo de alcohol y tabaco. Pero también es importante atender las horas de sueño.
Los días de Navidad suelen estar llenos de salidas, actividades, encuentros nocturnos e, incluso, estrés. Si el cansancio es uno de los síntomas normales del embarazo, mucho más se sufrirá si además hay un exceso de actividad.
Además, el feto percibe y padece los estados de tensión y crispación, por lo que no hay que perder los nervios. El consejo es descansar y dormir bien, así como evitar preocupaciones innecesarias.
5. La ropa de la gestante en las fiestas
La elección de prendas cómodas está relacionada con el consejo anterior: favorece el descanso. La ropa premamá, amplia y confortable, favorece que el cuerpo permanezca relajado.
El organismo de la mujer embarazada vive una revolución hormonal y es aconsejable no forzarlo con la ropa. Para que el cuerpo de la gestante no llegue al mes de enero con la sensación de haber sobrevivido a una guerra, mejor tener cuidado, no forzarlo demasiado y disfrutar de las Navidades con moderación.